LA HABANA.- El Gobierno de Colombia y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) comenzaron hoy el camino hacia un nuevo cese del fuego, en las conversaciones que ambas partes llevan a cabo en la capital cubana.
Las dos delegaciones informaron que se instaló "el comité técnico que trabajará en el diseño de un nuevo alto al fuego" y se espera la adopción de un acuerdo en tal sentido antes del inicio de las elecciones generales que comenzarán el 27 de mayo próximo en Colombia, donde varios de los candidatos a la presidencia son opuestos a estas pláticas.
Miembros de las fuerzas armadas "en servicio activo" formarán parte del comité técnico por el lado gubernamental, en tanto el ELN estará representado por sus delegados a la mesa de diálogo, iniciada el 10 de mayo pasado en La Habana.
Aunque la prensa acreditada en la isla fue invitada inicialmente a la ceremonia de este viernes, a última hora su acceso resultó cancelado, sin mayores explicaciones.
El comunicado conjunto, firmado por Gustavo Bell, por el Gobierno, y Pablo Beltrán, por las guerrillas, no especifica ni los nombre ni los grados de los militares que participarán en estas negociaciones, "las más trascendentes" del ciclo de diálogos en curso, en opinión de las partes.
"Del avance del diseño del nuevo cese se informará a la Conferencia Episcopal de Colombia y a la Misión de Verificación de la ONU" en ese país, puntualizó la nota de tres párrafos.
Este es el primer resultado de las negociaciones iniciadas en La Habana, sobre las cuales el jefe del grupo gubernamental, Gustavo Bell, dijo sentirse "razonablemente optimista" en lograr "resultados concretos y favorables a mediano plazo" para la firma de un nuevo acuerdo de paz.
El negociador principal del ELN, Pablo Beltrán, mostró similar interés, aunque advirtió que "hay muchos adversarios a la paz en las próximas elecciones".
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, terminará su mandato el 7 de agosto próximo, y ha dicho que espera dejar a su sucesor "el tema (de las negociaciones) en el camino correcto".
El traslado de las pláticas a La Habana se decidió luego de que Ecuador, la anterior sede, renunciara a ese tipo de apoyo tras una crisis desatada en su frontera con Colombia, donde un grupo disidente de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FRARC) secuestro y asesinó a tres periodistas ecuatorianos.
Las FARC entregaron sus armas y se transformaron en organización política, tras largas negociaciones realizadas también en Cuba.