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Fuerzas de seguridad egipcias matan a seguidores de Mursi



Reuters
 
 
El Cairo.- Las fuerzas de seguridad egipcias mataron este sábado a decenas de partidarios del derrocado presidente Mohamed Mursi, dijeron testigos, días después de que el jefe del Ejército pidiera un mandato popular para frenar la "violencia y el terrorismo".
 
 
La matanza, cerca del terreno de marchas militares donde el presidente Anwar Sadat fue asesinado en 1981, profundizó la agitación en el país árabe más poblado del mundo, luego de dos años de una turbulenta transición a la democracia desde que fue derrocado el veterano autócrata Hosni Mubarak.
 
 
Los Hermanos Musulmanes de Mursi, preparados para una represión militar, dijeron que hombres con cascos y uniformes negros de la policía dispararon contra una multitud que se reunió antes del amanecer en los alrededores de una protesta permanente cerca de una mezquita en el noreste de El Cairo.
 
 
Los manifestantes llevaban a las víctimas ensangrentadas a un improvisado hospital, algunos eran llevados en tablas o mantas. Un adolescente fue dejado en el suelo con un agujero de bala en su cabeza.
 
 
Estados Unidos, que debe mantener un delicado equilibrio con un importante aliado árabe que recibe más de 1,000 millones de dólares al año en ayuda militar, pidió que se respete el derecho a la protesta pacífica y advirtió que Egipto de encuentra en un "momento fundamental".
 
 
El portavoz de los Hermanos Musulmanes Ahmed Aref dijo que 66 personas murieron y 61 "no tienen actividad cerebral" y se encuentran conectadas a máquinas de soporte vital. Más de 4,000 fueron tratadas por los efectos del gas lacrimógeno y heridas de disparos o perdigones, dijo a periodistas.
 
 
"Se derramó sangre inocente", afirmó. "Hemos retrocedido 10 años", agregó.
 
 
El Ministerio de Salud reportó un total de 65 muertos, mientras que el jefe del servicio de ambulancias, Mohamed Sultanm, dijo posteriormente que 72 personas habían muerto.
 
 
"No dispararon para herir, dispararon para matar", dijo otro portavoz de los Hermanos Musulmanes, Gehad El-Haddad en la mañana del sábado. "Las heridas de bala son en la cabeza y en el pecho", agregó.
 
 
El Ministro del Interior de Egipto, Mohamed Ibrahim, acusó a los Hermanos de exagerar la cifra de muertos por motivos políticos y negó que la policía haya disparado.
 
 
Ibrahim dijo que residentes locales que viven cerca de la vigilia en la mezquita Rabaa al-Adawia se habían enfrentado a los manifestantes en las primeras horas del día, después de que ellos bloquearon un importante puente. Sostuvo que la policía había usado gas lacrimógeno para intentar dispersar los enfrentamientos.
 
 
Más de 200 personas han muerto en hechos de violencia desde que el Ejército derrocó a Mursi el 3 de julio, después de enormes protestas contra su Gobierno de un año. El Ejército rechazó las acusaciones de que realizó un golpe de Estado, afirmando que intervino para evitar que el caos se extendiera a nivel nacional.
 
El desafío de Sisi
 
 
Cientos de miles de egipcios habían salido a las calles el viernes en respuesta a un llamado del jefe del Ejército, general Abdel Fattah al-Sisi, para realizar manifestaciones a nivel nacional que le den respaldo para enfrentar una ola de violencia que se ha prolongado durante semanas.
 
 
Su llamado fue considerado como un desafío a los Hermanos, que organizaron sus propias manifestaciones el viernes para pedir el regreso de Mursi, quien ha permanecido detenido en un lugar no revelado desde que fue derrocado y enfrenta una serie de cargos en su contra, incluido asesinato.
 
 
Ibrahim dijo que Mursi posiblemente sería transferido dentro de poco a la misma prisión de El Cairo donde se encuentra el ex líder Mubarak.
 
 
Líderes de los Hermanos Musulmanes, un movimiento muy organizado y fuertemente arraigado en Egipto, llamaron a la calma el sábado, pero activistas de la vigilia en la mezquita Rabaa al-Adawia expresaron su furia.
 
 
"El pueblo quiere la ejecución de Sisi", gritó un clérigo a la multitud desde un escenario en la mezquita. "El pueblo quiere la ejecución del carnicero", agregó.
 
 
El ministro del Interior dijo que "si Dios quiere, pronto se lidiaría" con las manifestaciones en favor de Mursi, basándose en la decisión de un fiscal público, quien está revisando las quejas de residentes locales descontentos con el enorme campamento a la salida de sus casas.
 
 
La Unión Europea y las grandes potencias europeas deploraron la violencia. El Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, instó al diálogo y la moderación.
 
 
"En este momento clave, es esencial que las fuerzas de seguridad del Gobierno provisional respeten los derechos de quienes protestan de forma pacífica, incluidas las actuales manifestaciones", sostuvo. "Este es un momento fundamental para Egipto", agregó.
 
 
El Pentágono dijo que el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, había hablado por teléfono con el jefe del Ejército egipcio y pidió medidas "para evitar nuevo derramamiento de sangre y pérdida de vidas".
 
 
Washington ha demorado la entrega de cuatro aviones caza F-16, parte de la ayuda por 1.500 millones de dólares que entrega cada año, principalmente en equipamiento militar, pero dice que no pretende suspender su asistencia a un país que es considerado como un aliado clave y que tiene un acuerdo de paz con el vecino Israel.
 
 
Turquía, que respalda abiertamente a Mursi, acusó a Occidente de ignorar lo que ocurre.
 
 
"Aquellos que guardaron silencio cuando la voluntad nacional de Egipto fue masacrada, guardan silencio nuevamente cuando la gente es masacrada", dijo el primer ministro Tayyip Erdogan, quien ha enfrentado grandes protestas contra su Gobierno este año, en comentarios transmitidos en televisión.
 
 
"¿Qué ocurrió con la UE y los valores europeos? ¿Dónde están aquellos que viajan dando lecciones de democracia?", agregó.
 
 

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