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La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, presentó su sexto informe de gobierno ante la Asamblea Nacional y ratificó el rumbo de la política económica que le permitió a este país disfrutar de una "década ganada".
En un extenso discurso de casi 4 horas, la mandataria también defendió la estrategia de desendeudamiento y anunció una histórica reforma al Poder Judicial que de inmediato desató una fuerte polémica.
Fernández recordó en el inicio de su exposición que este año se cumplirá el 30 aniversario de la recuperación democrática de Argentina y 10 años de la llegada al poder de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, lo que marcó el inicio de la recuperación económica.
La presidenta enumeró logros a partir de 2003, como la reducción de la pobreza del 54% al 6.5% y la creación de medio millón de empleos anuales, lo que no pudo ocurrir en la llamada "década perdida" que sufrió en los años 80.
Afirmó que la recuperación de una Argentina que comenzó el siglo sumida en una crisis sin precedentes, fue posible en parte a la política de desendeudamiento que comenzó Kirchner al renegociar la deuda externa y pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI).
De esta manera, Fernández se refirió al litigio internacional que enfrenta Argentina por parte de los acreedores que rechazan una renegociación de la deuda, a diferencia del 93% que sí la aceptó.
La presidenta anunció que este mes enviará al Congreso una serie de reformas para que los miembros del Consejo de la Magistratura, que es el órgano que designa y sanciona a jueces, sean electos por votación popular.
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