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Prisión para nueve integrantes del gobierno catalán cesado

Los consejeros declararon ante la jueza Carmen Lamela, quien decretó la prisión por los cargos de rebelión, sedición y malversación; entre ellos está el exvicepresidente Oriol Junqueras.

MADRID.- Una juez de la Audiencia Nacional de España decretó prisión para nueve integrantes del gobierno catalán cesado por posibles cargos de rebelión, sedición y malversación por haber declarado la independencia de la región.

En el caso del exconsejero Santiago Vila, la magistrada Carmen Lamela dictaminó prisión eludible si paga una fianza de 50 mil euros y permanecerá en prisión hasta que deposite dicha cantidad.

Además del ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, otros exconsejeros sentenciados son Jordi Turull, exvocero de la presidencia catalana; Raül Romeva, exconsejero de exteriores; Josep Rull, asuntos territoriales; Dolors Bassa, trabajo; Meritxell Borrás, cultura; Joaquim Forn, interior, y Carles Mundó, de justicia.

La juez Lamela dictaminó que serán trasladados de inmediato a prisión.
Mientras, un fiscal español le pidió a la Audiencia Nacional emitir una orden de arresto internacional contra el destituido líder catalán, Carles Puigdemont, y cuatro de sus exministros.

Más temprano,la fiscalía española pidió prisión incondicional para todos los dirigentes catalanes acusados de sedición y rebelión que comparecieron este jueves.

En el caso de Vila, éste anunció su dimisión el día antes de que el parlamento regional aprobó la declaración de independencia, promovida por varias fuerzas políticas, entre ellas el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), al que pertenece.

Los nueve declararon ante Lamela.

Puigdemont había dicho el miércoles en Bélgica que ignoraría una orden de una corte española para responder cargos relacionados la organización de un referendo y la declaración de independencia de Cataluña en el Parlamento.

Entretanto, seis legisladores catalanes comparecieron en el Tribunal Suprema en una sesión paralela. Se les dio una semana para preparar su defensa y se les dio instrucciones de regresar para ser interpelados el 9 de noviembre.

Veinte políticos regionales, incluido Puigdemont, estaban citados a comparecer después de que el fiscal general del estado pidiera que se presentaran cargos de rebelión, sedición y malversación en su contra tras la declaración de secesión votada el 27 de octubre en el Parlamento regional.

De ser hallados culpables, podrían ser sentenciados a hasta 30 años de cárcel.

Aparte de Puigdemont, fueron convocados sus 13 ministros y seis legisladores regionales.

Junqueras fue el primero en llegar a la Audiencia Nacional. Lo hizo acompañado por abogados y pasó junto a docenas de periodistas sin responder preguntas.

España tomó la medida sin precedentes de invocar el artículo constitucional que le permite intervenir en la región cuando el Parlamento aprobó la declaración de independencia. Destituyó el gobierno, disolvió el Parlamento y convocó a elecciones para el 21 de diciembre.

Javier Melero, abogado de algunos de los legisladores separatistas investigados por el Tribunal Supremo, criticó a Puigdemont y los otros que evitaron la comparecencia. Dijo que esta decisión perjudicaba a sus clientes, tres legisladores que son miembros del partido PDeCAT del presidente destituido.

Una veintena de políticos y cargos electos de partidos catalanes separatistas se aglomeraron a la entrada del Tribunal Supremo, manifestando su apoyo a los legisladores investigados.

Entre ellos estaba Artur Mas, expresidente de la Generalitat, quien cuestionó la justicia española y denunció que no puede haber allí un juicio imparcial.

Assumpció Laïlla, miembro del partido Demócratas de Cataluña y exparlamentaria de la coalición independentista Junts pel Sí, dijo que había viajado a Madrid con otros 100 políticos y cargos electos para apoyar a los investigados.

"Es una situación injusta porque se les investiga por facilitar la democracia", afirmó. "No entiendo una Europa que haga caso omiso a la democracia".

Algunos de los legisladores citados fueron recibidos por el grupo de simpatizantes con coros de "Libertad, libertad" y "No tenemos miedo".

Al otro lado de la calle, la policía detuvo a media docena de manifestantes con banderas españolas, que gritaban "cobardes" y "a prisión" a los políticos catalanes.

Con información de AP y Reuters

 
   

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