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Escasez de ataúdes golpea a industria funeraria de Venezuela

La escasez de láminas de metal, barniz y satín, ha provocado que las funerarias de Venezuela están haciendo lo imposible por conseguir ataúdes, complicando el proceso de enterrar a los muertos en este país que tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo.

CARACAS. Ante la escasez de láminas de metal, barniz y satín, las funerarias de Venezuela están haciendo lo imposible por conseguir ataúdes, lo que ha complicado el proceso de enterrar a los muertos en este país que tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo.

Los venezolanos han tenido que prestarse entre sí las cajas funerarias o incluso viajar a Colombia para conseguirlas.

Algunas funerarias están alentando a los clientes a realizar un proceso de cremación, para que así el ataúd sea solo usado durante el velorio y pueda ser "reciclado".

El presidente Nicolás Maduro describe a la escasez, que ha golpeado desde el papel higiénico hasta el vino de misa, como el resultado de una "guerra económica" orquestada por opositores que lo quieren sacar del poder.

Pero sus críticos la achacan a una economía plagada de distorsiones por los controles de precio y del tipo de cambio instaurados hace más de una década.

La industria funeraria de Venezuela se sustenta en parte por la espiral de violencia que cobró la vida de al menos 11 mil personas el año pasado.

"Tú haces de todo para la gente se vaya con su urna, aunque tengas que ir a prestar, a dónde sea, pero tú le buscas la urna", dijo Miriam Castro, administradora de la funeraria El Paraíso en Caracas.

Esa y otras funerarias de la zona se están arrendando ataúdes para abastecer la demanda, dijo Castro.

Las cremaciones en el Cementerio del Este de Caracas han subido un 50 por ciento en los últimos meses, a 12 por día desde las ocho previas, de acuerdo a un empleado del lugar.

Castro es una cliente regular de este crematorio. "Anteriormente era más fluido. Si ahorita te dicen 'te podemos cremar hoy a las 9', muy capaz que te dejen esperando dos días porque están todos los muertos en espera", dijo.
En enero, este cementerio acogió los funerales de Mónica Spear, una conocida actriz y ex reina de belleza asesinada junto a su pareja en un crimen que conmocionó al país.

INDUSTRIA AUNADA A LA MUERTE

La producción de ataúdes ha caído cerca de un 50 por ciento en los últimos meses, dijo Ricardo Guedez, miembro y ex presidente de la Cámara de Funerarias de Venezuela.

Esto se debe en parte a que los fabricantes no han logrado importar los materiales por lo complicado que es conseguir dólares a través del estricto control cambiario del Gobierno.

El latón también está escaseando en medio del desplome de la producción de acero de Sidor, que el fallecido ex presidente Hugo Chávez nacionalizó en el 2008.

La demanda por los funerales ha sido alentada por una de las tasas de homicidios más altas del mundo, una de las principales preocupaciones de los venezolanos. Castro dijo que el 70 por ciento de los cuerpos que su compañía recibe tuvieron una muerte violenta.

El alto costos de los servicios funerarios también se ha convertido en un tema álgido, en medio de una inflación que a tasa anualizada superó el 60 por ciento en mayo.

El funcionario dijo que esa empresa cobraba ocho mil 280 bolívares, unos mil 300 dólares al tipo de cambio más elevado, por un velatorio de seis horas, cuando el "precio justo" era 1.151 bolívares.

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