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Entra en vigor el acuerdo con EU de yacimientos transfronterizos

El acuerdo contempla contratos entre Pemex y firmas norteamericanas en el Golfo; ambos países intercambian notas diplomáticas para su aplicación, afirma Sergio Alcocer, subsecretario para América del Norte de la cancillería.

CIUDAD DE MÉXICO. Con la aprobación de las leyes secundarias en materia energética aún pendiente en nuestro país, esta semana entra en vigor el Acuerdo sobre Yacimientos Transfronterizos de HIdrocarburos entre México y Estados Unidos, que prohíbe la explotación unilateral de reservas energéticas en aguas del Golfo de México y prevé el establecimiento de contratos de unificación entre arrendatarios estadounidenses y Petróleos Mexicanos (Pemex).

De acuerdo con Sergio Alcocer, subsecretario para América del Norte de la cancillería, en los últimos días ambos países han intercambiado notas diplomáticas para detallar la entrada en vigor del acuerdo, con el que se pondrá fin a la moratoria sobre la exploración y producción marítima de petróleo y gas en la zona occidental del límite en el Golfo de México, donde se considera que existen hasta 172 mil millones de barriles de crudo y 304 mil millones de pies cúbicos de gas natural.

Mario Gabriel Budebo, exsubsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), y quien participó en la negociación del acuerdo, explicó a El Financiero que el documento obliga a los dos países al intercambio de consultas e información en el momento en que se detecte o presuma la existencia de un yacimiento transfronterizo. De comprobarse su existencia, Pemex tendría ––o las empresas que participen del lado de México, gracias a la reforma–– que firmar un convenio de "unitización" (unificación de yacimientos) con las firmas de EU, en el que se determinará la dimensión del yacimiento y de las reservas que contiene.

DEFINIR PORCENTAJES

Posteriormente, en un plazo no mayor a 18 meses, se deberá definir qué porcentaje corresponde a cada lado de la frontera, según la ubicación del yacimiento y los correspondientes peritajes y análisis técnicos. Ambos procesos deberán ser autorizados por ambos gobiernos antes de que se inicie cualquier explotación. Una vez concluida esta etapa, dijo Budebo, ahora asesor de la empresa México Infraestructura, se deberá firmar un acuerdo de operación, en el cual se definirá la empresa o consorcio que trabajará en el yacimiento y en qué términos.

"Si se descubre un yacimiento que está 70 por ciento del lado estadounidense y 30 por ciento del lado mexicano, lo que se extraiga de crudo o gas será distribuido en el mismo porcentaje, 70-30 y así para cada caso que se descubra se irá caso por caso", expuso Budebo, quien estimó un plazo no menor a ocho años, a partir del primer descubrimiento de cualquier yacimiento, para que se comience a extraer el recurso localizado. En caso de desacuerdo, será un panel de expertos independientes el que resuelva la controversia y su resolución será vinculante y definitiva.

El acuerdo de 2012, en tanto, sólo contemplaba los alcances de la reforma de 2008, en la que la explotación de yacimientos transfronterizos debía efectuarse al amparo de los tratados internacionales firmados por México.

Sin embargo, la reforma constitucional en curso, cuyas leyes secundarias podrían ser aprobadas en breve, abrirá el sector a la iniciativa privada mediante diversas modalidades de contratos, como los de servicios, producción compartida y licencias, con un porcentaje mínimo obligado de participación de Pemex de 30 por ciento.

Del lado de EU, empresas como ExxonMobil, British Petroleum y Chevron ya trabajan a 9.2 y 11 kilómetros del límite, por lo que Budebo no descarta que puedan participar en el futuro en México, una vez promulgada la nueva ley. "Se trata sin duda de un acuerdo internacional de vanguardia, que dará seguridad jurídica y protección total a los recursos naturales en nuestra frontera", concluyó el experto.

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