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El Salvador decide entre ratificación de exguerrilla o nuevo giro a la derecha

El país centroamericano vota hoy en unas elecciones presidenciales enmarcadas por la amenaza violenta de las pandillas y una frágil economía.

SAN SALVADOR.- Acosados por la violencia de las pandillas y al vaivén de una frágil economía, los salvadoreños votan hoy para decidir si le dan otra oportunidad a la izquierda o permiten el regreso a la presidencia de una derecha extrema que promete mano dura contra la delincuencia.

En una nación dividida por las cicatrices de la cruenta guerra civil que terminó en 1992, ningún candidato llega a los comicios con apoyo rotundo como para ganar en primera vuelta y el próximo presidente surgiría de un balotaje.

Pero la mayoría de los sondeos dan ventaja al ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y actual vicepresidente, sobre el ex alcalde capitalino Norman Quijano de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

Sánchez, de 69 años, propone profundizar los programas sociales del mandatario Mauricio Funes, que incluyen reparto de útiles y uniformes escolares y garantizar un vaso de leche diario a cada niño en edad escolar. Dice que su modelo a seguir es el presidente uruguayo, el ex guerrillero José Mujica.

"Sé que las mayores aspiraciones de todo el pueblo salvadoreño es vivir en paz (...) que la mayoría de ustedes necesita empleos, educación", dijo el sábado en su cierre de campaña en la capital del país.
Pero el candidato genera miedos en algunos sectores de la sociedad por su pasado violento.

En un aparente regreso a sus raíces, el FMLN decidió postular a Sánchez -que comandó una división de la guerrilla- después de haber llegado como partido político a la presidencia de la mano de Funes, un periodista que nunca fue combatiente y tuvo roces con los hombres fuertes del viejo grupo rebelde.

Muchos salvadoreños elogian los planes sociales que ha implementado el oficialismo. El Gobierno asegura que redujo la pobreza del 40 por ciento cuando asumió al 29 por ciento el año pasado, lo que ayudó a disminuir la masiva migración de sus ciudadanos a Estados Unidos. Pero la oposición denuncia que ese gasto ha dejado a las finanzas públicas aún más debilitadas.

El destino de El Salvador se dirimiría en una segunda vuelta el 9 de marzo. Analistas esperan que en esa instancia el postulante en tercer lugar en los sondeos, el ex presidente Antonio Saca, respalde al oficialismo.

Durante las últimas semanas, el derechista Quijano apuntó todas su artillería al combate a las maras o pandillas, que mantienen aterrorizadas a poblaciones enteras con extorsiones y asesinatos pese a la tregua que declararon en mazo del 2012.

"Nuestro plan consiste en utilizar todo el aparato del Estado para combatir este tema de la delincuencia", dijo el odontólogo de 67 años.

"Significa que la Constitución de la República te da poderes, cuando está sobrepasada y priva la intranquilidad ciudadana (...) usted puede hacer uso de la fuerza armada", dijo.

Quijano ha propuesto aplicar la justicia militar, argumentando que con ello se evitarían los sobornos o chantajes a los jueces, y dijo que buscaría enrolar a los jóvenes que no estudien ni trabajen para evitar que sean seducidos por las maras, aunque no los equiparía con armas.

¿Y LA ECONOMIA?
No están demasiado claras las propuestas de los candidatos para lidiar con una economía débil, que ha crecido muy poco en los últimos años y es altamente dependiente de las remesas que envían los salvadoreños en Estados Unidos.

Sánchez se ha mostrado partidario de un pacto fiscal, como aconsejó el año pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advirtió que el país, con una deuda equivalente al 55 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), debe implementar una reforma tributaria para aumentar su recaudación.

Sin dar muchos detalles, ambos candidatos dicen que si ganan tendrán administraciones austeras que apuntarán a reducir el gasto y achicar un déficit fiscal que el año pasado trepó al 4.2 por ciento del PIB.

Unos 4.9 millones de salvadoreños están habilitados para votar en los comicios en los que por primera vez votarán unos 10 mil residentes en Estados Unidos.

La autoridad electoral, que prevé habilitar 10 mil 424 mesas de votación en todo el país, espera divulgar los primeros resultados a las 22:00 horas locales.

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