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El discurso de la ultraderecha que perdurará

La revista New York apunta que el plan del GOP para ganar las votaciones en 2016 era apoyar la reforma migratoria y cerrar filas en todos los demás temas. 

Tarde o temprano, dice el establecimiento, Donald Trump caerá y dejará el paso libre a los aspirantes que se suponía, pelearán con seriedad por la Casa Blanca, como el decepcionante Jeb Bush o Scott Walker, campeón del ala dura del "Gran Viejo Partido" (GOP). A estas alturas de la campaña interna, sin embargo, resulta evidente que haga lo que haga el nuevo fenómeno (político) el daño ya está hecho, pues su discurso de intolerancia obligó a los rivales a correrse a la ultraderecha.

La revista New York apunta que el plan del GOP para ganar las votaciones en 2016 era apoyar la reforma migratoria y cerrar filas en todos los demás temas, después de que el creciente electorado latino se pronunció en masa por el presidente Barack Obama hace tres años, en repudio al robótico Mitt Romney, quien proponía la "autodeportación" de los indocumentados.

Pero la exitosa irrupción de Trump cambió el programa. Trump, señala, no será flor de un día como Herman Cain o Michele Bachmann, que apelaron a la base. Es más parecido a Pat Buchanan, el viejo colaborador de Nixon y Reagan expulsado de la cúpula por su mensaje "populista, paleoconservador, aislacionista y antimigrante". Aparte, amenaza con una candidatura independiente, que llevaría a la derrota del GOP tan solo con aparecer en las boletas de varios estados.

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