Reuters
El Cairo.- El derrocado presidente egipcio, Mohamed Mursi, es investigado por acusaciones de secuestro, asesinato de soldados y otros cargos, señaló la agencia de noticias de Egipto, elevando la tensión mientras la oposición se tomaba las calles.
Atendiendo un llamado hecho por el jefe del Ejército designado por Mursi, el general Abdel Fattah al-Sisi, miles de personas se manifestaron en varias ciudades de Egipto para instaurar un mandato popular.
Partidarios del derrocado líder islamista realizaron manifestaciones para pedir su regreso al poder, minimizando los temores de una ofensiva inmediata del Ejército, y prometieron no ceder ante los llamados de poner fin a las protestas.
Un testigo afirmó que miles de activistas a favor de Mursi se enfrentaron con partidarios del Ejército en Alejandría, la segunda ciudad más grande del país. Algunos manifestantes arrojaron piedras contra las multitudes desde techos cercanos. El saldo: 15 personas resultaron heridas. Se informó también de siete heridos en enfrentamientos en la ciudad de Damietta, en el delta del Nilo.
En El Cairo, helicópteros del Ejército sobrevolaron la principal vigilia que se realiza a favor de Mursi en la capital.
Mursi no ha sido visto en público desde su derrocamiento. El Ejército sostiene que está detenido por su propia seguridad. Sin embargo, la agencia de noticias Mena informó que el ex presidente quedará detenido por 15 días mientras un juez investiga las acusaciones.
Los cargos contra Mursi incluyen cargos por conspiración con el grupo islámico palestino Hamas para huir de prisión en el 2011, durante el levantamiento contra el ex presidente Hosni Mubarak, asi como por asesinato de prisioneros y oficiales, secuestro de militares y su responsabilidad en un incendio en la prisión de Wadi el-Natroun.
Fantasía de generales
Los Hermanos Musulmanes, el grupo que llevó a Mursi al poder a través de unas elecciones hace un año, repudió el anuncio de las acusaciones contra el islamista.
"Estos cargos no son más que la fantasía de algunos generales del Ejército y de una dictadura militar", señaló el portavoz de Hermanos Musulmanes, Gehad El-Haddad. "Continuaremos nuestras protestas en las calles", agregó.
Miles de hombres, mujeres y niños se unieron a los partidarios del grupo en la vigilia llevada a cabo en la zona nororiental de El Cairo.
"¡Nuestra sangre y nuestras almas por el Islam!", coreaba la multitud, sin mostrar señales de ceder en su postura, que ha polarizado al mayor estado árabe del mundo, visto como clave para la estabilidad de todo Oriente Medio.
El Ejército ha amenazado con "apuntar sus armas" contra aquellos que empleen la violencia y Hermanos Musulmanes advirtió sobre una guerra civil, rechazando insinuaciones de que estaba provocando problemas.
Para el día de hoy, se tienen planeadas varias manifestaciones a favor del Ejército. De igual modo, se sabe que simpatizantes de los Hermanos Musulmanes también saldrán a las calles a defender a su líder derrocado, Mohamed Mursi.
"Es la victoria sobre el golpe o el martirio", sostuvo el político Mohamed El-Beltagy, de los Hermanos Musulmanes, en un mitin pro Mursi en la capital.
En los enfrentamientos del último mes han muerto cerca de 200 personas.
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