Reuters
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, garantizó el lunes un análisis responsable y una decisión soberana sobre la solicitud de asilo del ex contratista de la agencia de inteligencia estadounidense Edward Snowden, acusado de espionaje y quien estaría fugitivo en Moscú.
Snowden, un estadounidense de 30 años que reveló información sobre el programa de secreto de vigilancia de su país, presentó por escrito un pedido de asilo al Gobierno de izquierda del país sudamericano, que desde hace un año tiene refugiado en su embajada en Londres al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
"Para variar, otra semana complicada. Tengan la seguridad de que analizaremos muy responsablemente el caso Snowden y tomaremos con absoluta soberanía la decisión que creamos más adecuada", dijo Correa a través de su cuenta en Twitter.
El paradero de Snowden sigue siendo un misterio, luego de que viajó el fin de semana desde Hong Kong hasta Moscú a pesar de que Washington pidió al territorio chino que lo detuviera a la espera de una posible extradición por cargos de espionaje.
El mensaje de Correa fue divulgado poco después de que su canciller, Ricardo Patiño, anunciara en una conferencia de prensa desde Vietnam que Snowden hizo formalmente la solicitud y que su Gobierno la evaluaría para dar respuesta en el "momento oportuno" basado en los principios de derechos humanos.
El ministro agregó que Ecuador mantiene un contacto "respetuoso" con Rusia y aseguró que también considerará la posición de Washington sobre Snowden.
"El señor Snowden ha remitido al Gobierno ecuatoriano una solicitud de asilo", dijo Patiño a periodistas en Hanoi. "El Gobierno de Ecuador está analizando el escrito presentado por el señor Snowden. Tomará la decisión en el momento oportuno", agregó sin dar detalles.
La situación de Snowden podría abrir otro frente en la relación de Ecuador con Estados Unidos, luego de la crispación que generó el caso Assange con Gran Bretaña y Washington.
Correa, un destacado miembro de la alianza de gobiernos de izquierda de América Latina ALBA y cercano al fallecido líder venezolano Hugo Chávez, no ha vacilado en el pasado en enfrentar a potencias occidentales.
Patiño dijo que su país prioriza los principios constitucionales y de derechos humanos, al igual que en el caso del australiano que reveló cables diplomáticos de Estados Unidos.
"Siempre los principios de la declaración de los derechos humanos serán puestos por encima de cualquier otro interés", aseguró.
Patiño cuestionó el concepto de traición en las acusaciones que pesan sobre Snowden y dijo que la aparente vigilancia de Estados Unidos a naciones extranjeras constituía un abuso de derechos contra todo el mundo.
Opinions divididas
Analistas dijeron que el Gobierno debe analizar las consecuencias de un eventual asilo a Snowden y la contradicción que se abre por su postura frente a los medios de comunicación locales y la vigencia de una controvertida ley.
El nuevo marco legal, defendido por el Gobierno como necesario para controlar los abusos de los medios de comunicación, crea un consejo de regulación de contenidos relacionados con violencia y una superintendencia de la información para aplicar las sanciones a periodistas y medios.
Además crea la figura del "linchamiento mediático" para prohibir la difusión de información que desprestigie a una persona o empresa o reduzca su credibilidad pública y plantea la redistribución de frecuencias de radio y televisión.
"Parece ser una ironía de la historia que el día que va a entrar en vigencia una ley que limita la libertad de expresión (...) simultáneamente se declare que Ecuador está evaluando una solicitud de asilo para alguien que la pide basado en la necesidad de proteger la libertad de información", opinó el ex canciller José Ayala Lasso a un canal local.
Pero en las calles el apoyo de la mayoría de los ecuatorianos a las decisiones del popular presidente es evidente, aunque desconocen quién es Snowden.
"Estoy de acuerdo porque los Estados Unidos han hecho espionaje en los países subdesarrollados y para que a este señor no se le condene", dijo Rodolfo Guamán, un diseñador gráfico de 48 años.
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