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Donald Trump le pega ¡hasta a los republicanos!

Jeb Bush, John McCain, Lyndsey Graham son republicanos que también han sido blancos de las críticas y burlas abiertas de Donald Trump. 

CAROLINA DEL SUR.- Donald Trump no mide sus palabras ni con los propios republicanos.

El aspirante a la candidatura presidencial por el partido conservador estadounidense irá mañana a la frontera con México, el más reciente hecho en una campaña presidencial que algunos de sus rivales republicanos quisieran definir como un espectáculo "un acto carnavalesco".

Pero el magnate de los bienes raíces y figura de la televisión les ha robado reflectores durante días y los ha obligado a ajustarse para mantener el paso con el excéntrico personaje.

Trump estará el jueves en Laredo, Texas, para poner de relieve su postura migratoria. La visita tocará ese tema, que ha provocado críticas, que se han convertido en hostilidad abierta por parte de otros aspirantes dentro del partido.

Desde pesos completos, como Jeb Bush, hasta los nuevos candidatos, como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el de Ohio, John Kasich, todos ellos son blancos de las críticas abiertas de Trump, quien los menciona por su nombre de pila, denigra a la dirigencia republicana, y dio pie a un debate sobre inmigración y otros temas.

El jueves, Trump planea dar una conferencia de prensa en la frontera México-Estados Unidos, reunirse con miembros del sindicato que representa a los agentes de la Patrulla Fronteriza y hablar con autoridades, de acuerdo con su personal de campaña. La frontera se convirtió en el punto focal del debate republicano cuando Trump acusó a los inmigrantes mexicanos de violadores, criminales y narcotraficantes.


Luego de ese episodio, sus ataques se centraron en el senador John McCain, quien se ganó la ira de Trump al decir que sus declaraciones sobre los migrantes habían evidenciado a los "locos".

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Trump se mofó de la experiencia de McCain en la Guerra de Vietnam, donde fue un prisionero torturado, y le dijo "tonto", para después criticar su proceder en temas sobre veteranos en el Senado.


En Washington, el exgobernador de Texas, Rick Perry fue cuestionado sobre el viaje de Trump a la entidad. "Espero que pueda encontrar la frontera, porque dudo que la haya visitado antes", respondió.

Eso se dio luego de que Perry tachó la campaña de Trump como "un cáncer para los conservadores" y un "acto carnavalesco", en un discurso en el que dijo que "el 'Trumpismo' es una mezcla de demagogia, mezquindad y disparates, que, de mantenerse, llevará al partido republicano a la perdición".

De hecho los insultos que Trump intercambia con sus críticos son cada vez más mordaces.

El senador Lindsey Graham le dijo "tarado", a lo que Trump respondió llamándolo "idiota", para después dar públicamente el número de celular del senador, a quien se le saturó su buzón de llamadas.

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