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KABUL.- Dos atentados del Estado Islámico (EI) contra centros electorales para los comicios parlamentarios de octubre en Afganistán dejaron ayer 57 muertos y un centenar de heridos.
El ataque más mortal tuvo lugar en Kabul, la capital, cuando un atacante se hizo estallar en un barrio de la comunidad chií de los hazara, matando a 48 personas, entre ellas mujeres y niños.
El ataque fue reivindicado por el EI en un comunicado difundido en Telegram, cuya autenticidad no pudo ser verificada, en el que afirmó que un "mártir" detonó un chaleco con explosivos contra un grupo de electores "herejes" y "politeístas".
La segunda explosión ocurrió en la provincia de Baghlan, donde murieron al menos seis miembros de una misma familia, que iban a bordo de un vehículo cerca de un centro de votación cuando ocurrió el ataque.
"La bomba fue situada en la carretera cerca de un centro de registro de votantes, pero impactó a un coche de civiles que pasaban por la zona para asistir a un funeral", indicó el portavoz de la policía de Baghlan, Zabihullah Shujah.
El presidente afgano, Ashraf Gani, reaccionó condenando los dos "atroces" ataques en un mensaje en Twitter, en el que también anunció que ordenó el apoyo de las instituciones a las víctimas y sus familiares.