CIUDAD DE MÉXICO. A pesar de que la población de Ferguson, Missouri, ha vuelto a la calma tras dos semanas de disturbios por el asesinato del joven afroamericano Michael Brown el 9 de agosto a manos del policía Darren Wilson, la violencia reavivó la tensa relación étnica en Estados Unidos y la situación puede repetirse en cualquier momento, señalaron especialistas a El Financiero.
El recuerdo histórico de la esclavitud y la segregación, apuntó Adolfo Laborde, director del Bachelor in International Relations del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, continúa envenenando el panorama racial en EU. Cualquiera que haya vivido ahí, dijo, sabe que las relaciones son y serán muy difíciles de mejorar, ya que prevalece la desconfianza entre las comunidades.
Por una parte, añadió, la comunidad afroamericana piensa que se le discrimina y que la policía detiene a los negros simplemente por ser negros, mientras que gran parte de los blancos piensa que los primeros son responsables de la mayoría de los delitos.
Elizabeth Nehrling, experta en asuntos judiciales de la Universidad de Harvard, indicó por su lado que si bien se ha logrado una inmensa mejoría en el último medio siglo, especialmente desde la aprobación de las leyes de derechos civiles en la década de 1960, casos como los de Ferguson demuestran que existe una desconfianza que se convierte fácilmente en odio.
EL DECLIVE
Ayer, un sondeo revelado por el Centro de Investigación Pew y el diario USA Today reveló que los afroamericanos consideran que sus relaciones con los blancos empeoraron durante el gobierno de Barack Obama, paradójicamente el primer mandatario emanado de su comunidad.
Expuso que en 2007-09, el número que sostenía que la relación con blancos era "muy buena" o "bastante buena" ascendió siete puntos, para ubicarse en 76 por ciento. Sin embargo, la cifra disminuyó a 64 por ciento, lo que implica una caída de doce puntos porcentuales desde 2009, primer año del demócrata en la Casa Blanca.
Por su lado, Mother Jones detalló abusos y provocaciones de la policía que contribuyeron a desatar las protestas y saqueos en Ferguson, entre ellos el de un agente que permitió a su perro de ataque orinar sobre las flores y velas que la gente colocó en el sitio donde cayó Brown cuatro horas antes.
Los restos de la ofrenda fueron aplastados posteriormente por los vehículos de la policía, después de que cerrara a la circulación la avenida Canfield Drive.