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Disminuyen los crímenes de odio contra mexicanos, asegura la SRE

Desde 2004 se reportaron 16 casos; fueron alentados por las leyes de Arizona. La red consular no ha registrado ninguno en los últimos dos años.

CIUDAD DE MÉXICO. Los crímenes de odio perpetrados en Estados Unidos en contra de mexicanos, sobre todo migrantes indocumentados, registra su nivel más bajo de los últimos dos años en comparación a otras minorías étnicas de ese país, como los afroamericanos o los asiáticos.

De acuerdo con Reyna Torres Mendivil, directora general de Protección a Mexicanos en el Exterior de la cancillería, desde 2012 la red consular en EU no ha registrado ningún crimen de odio ––como se define a los ataques motivados por cuestiones raciales o étnicas, principalmente–– contra connacionales, aunque reconoce que no siempre este tipo de agresiones son denunciadas, por desconocimiento o temor a represalias.

En entrevista con EL FINANCIERO, la funcionaria aceptó además que cuando las denuncias llegan a los tribunales estadounidenses, es muy difícil obtener la clasificación de crimen de odio, porque en la mayoría de los casos así lo conviene el propio proceso judicial. "Es muy complicado para las propias autoridades calificar un crimen de odio, porque muchas veces no se puede comprobar que la agresión se haya debido a que el afectado es mexicano o por algún atenuante racial", explicó.

Euclides del Moral Arbona, director adjunto de la misma área de protección diplomática, precisó que de 2004 a la fecha, se tienen registrados 16 casos tipificados como crímenes de odio contra mexicanos. La mayoría de ellos ––diez–– ocurrieron entre 2008 y 2011, cuando la promoción de leyes antiinmigrantes como la SB-1070 de Arizona cobró auge en todo el país vecino.

Pandillas de afroamericanos han sido los principales autores de ataques contra mexicanos, aunque según del Moral Arbona también se han reportado incidentes de agresión racial en los que participaron hispanos. Las ciudades con el mayor número son Nueva York y San Diego.

Actualmente, dijo el funcionario, el péndulo oscila al lado contrario y gracias a la campaña por la regularización de los dreamers (jóvenes indocumentados llevados desde pequeños a EU) comienza a cambiar la percepción sobre los inmigrantes, por lo que "las agresiones de odio contra mexicanos están prácticamente erradicadas".

La crisis económica también propició, señala Torres Mendivil, la desarticulación de grupos racistas como los Minuteman o de rancheros que se dedican a cazar por su cuenta a indocumentados en la frontera.

En su último reporte sobre crímenes de odio, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) expuso que en 2012 hubo en total cinco mil 796 incidentes de odio que afectaron a siete mil 164 víctimas, una disminución con respecto a 2011, cuando se reportaron seis mil 222 incidentes con siete mil 713 víctimas. Los casos reportados por más de dos mil agencias policiales involucraron delitos por prejuicio racial, orientación sexual o religiosa, origen nacional y discapacidad física.

Las ofensas raciales fueron las más numerosas, con un total de tres mil 467 víctimas; 66.2 por ciento fueron contra afroestadounidenses, 22 por ciento contra blancos, 4.1 por ciento contra asiáticos y 3.3 por ciento contra indígenas americanos.

El presidente Barack Obama suscribió en 2009 la Ley de Prevención de Crímenes de Odio Matthew Shepard y James Byrd Jr., reconocida por activistas como una herramienta más apropiada para enfrentar la discriminación y el delito. Con esa legislación, la procuraduría general tiene jurisdicción para procesar casos cuando las leyes locales o estatales sean inadecuadas o las autoridades sean omisas.

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