BRASILIA.- En sus primeras declaraciones luego de perder el apoyo de su principal aliado político, el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la presidenta Dilma Rousseff volvió a calificar como un "golpe de Estado" el juicio político promovido en su contra por la oposición y aseguró que la quieren "derrocar" para "acabar con los derechos conquistados por la población".
En un acto donde anunció nuevas metas para un programa de viviendas populares, la mandataria fue apoyada por activistas de movimientos sociales al grito de "no habrá golpe", que se repite en cada manifestación que se realiza a su favor y hoy se escuchó en los salones del Palacio presidencial de Planalto.
REUNIÓN CON LULA
Tras la salida del PMDB del gobierno y el rechazo del 69 por ciento de los brasileños a la gestión de la mandataria, Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff se reunieron en Planalto para analizar la situación.
En un nuevo golpe al gobierno, el ministro de Deportes de Brasil, George Hilton,renunció solo cuatro meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos y será reemplazado de forma interina por Ricardo Leyser, alto funcionario del ministerio.
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