Mundo

Desde bancos hasta Uber: flujos de datos en riesgo por Brexit

Patrick Van Eecke, socio de DLA Piper, explica que con un 'Brexit duro' la transferencia de información implicaría miles de contratos entre empresas en lugar de leyes internacionales.

El gobierno del Reino Unido ha tratado de convencer a las empresas de que los flujos de datos continuarán después del Brexit, pero el riesgo de una salida abrupta ha causado preocupación por el libre flujo de la información.

La transferencia ininterrumpida de datos personales entre la Unión Europea y el Reino Unido, en sectores como la banca o incluso en su factura de Uber, es vital para casi todas las empresas británicas. En caso de un llamado "Brexit duro", Gran Bretaña arriesga ser clasificado como un "país tercero", lo que significa que la transferencia de información implicaría miles de contratos entre empresas en lugar de leyes internacionales.

"Si hay un Brexit, entonces el Reino Unido sería un país tercero", comentó Patrick Van Eecke, socio de DLA Piper, "y ya no hay flujo libre de datos entre los británicos y la Unión Europea".

El riesgo de que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo claro aumentó luego de que el Parlamento británico rechazara el martes el acuerdo actual para el Brexit. Si no se puede llegar a un nuevo convenio o si el plazo no se extiende, Gran Bretaña tendrá una salida caótica del bloque el 29 de marzo.

Fuera de la UE, los países tienen que recurrir a los llamados "acuerdos de adecuación" si quieren que sus datos se muevan desde y hacia el bloque. Esto significa cumplir con las normas de la UE sobre protección de datos y privacidad.

La UE considera que algunos países como Nueva Zelanda y Argentina proporcionan una protección de datos totalmente adecuada y señala que Estados Unidos solo ofrece protección parcial, por lo cual mantiene un acuerdo distinto con la nación norteamericana.

La UE aún puede añadir al Reino Unido a esa lista, especialmente dado que Gran Bretaña ya cumple con el Reglamento General de Protección de Datos de la UE, pero las negociaciones pueden prolongarse por años y una determinación sobre adecuación no alcanzaría a regir antes de la salida británica.

"Reconocemos la necesidad de que los flujos de datos entre el Reino Unido y otros países continúen sin trabas cuando Gran Bretaña abandone la UE", señaló un vocero del gobierno británico. "Mantenemos un diálogo constante con la industria a fin de prepararnos para una serie de posibles resultados y estamos decididos a minimizar cualquier interrupción de los flujos de datos".

No obstante, un Brexit duro crea el riesgo de un limbo normativo, ya que las firmas tendrán que movilizarse para establecer acuerdos individuales con las empresas de la UE con las cuales intercambian datos.

No se espera que esto sea un problema para las compañías más grandes. Las empresas pueden redactar acuerdos de transferencia de datos "en una hora", basados en las plantillas emitidas por la Comisión Europea, explicó Van Eecke.

"Bastantes empresas europeas tienen un alto nivel de madurez en cuanto al cumplimiento de la protección de datos", indicó. "Ya tienen contratos modelo con empresas fuera de la UE" y solo tendrán que asegurarse de que ahora también incluyan firmas del Reino Unido.

También lee: