KABUL. Chuck Hagel, secretario de Defensa de Estados Unidos, defendió el canje de cinco líderes del movimiento Talibán presos en la base naval de Guantánamo, Cuba, por el sargento del Ejército Bowe Bergdahl, el único militar norteamericano detenido por los rebeldes en Afganistán, ante las criticas lanzadas por legisladores republicanos, quienes subrayaron que el gobierno violó la ley al no reportar al Congreso el intercambio del sábado, que alentará, dijeron, nuevas capturas.
En el aeropuerto de Bagram, donde llegó en visita sorpresa, Hagel enfatizó que "no negociamos con terroristas" y dijo que el récord estadounidense es claro "especialmente con quienes toman rehenes, por lo que no creo que lo que hicimos de alguna forma aliente a los terroristas a tomar a nuestros hombres como prisioneros o rehenes". Insistió en que la operación se efectuó sin notificarla al Capitolio con 30 días de anticipación, porque los servicios de inteligencia advirtieron que "la seguridad y la salud de Bergdahl estaban en riesgo".
Sin embargo, el senador republicano John McCain ––prisionero de guerra en Vietnam–– expresó que hay "dudas legítimas" sobre la liberación de los dirigentes talibán, que "son lo más duro de lo duro" y posibles responsables de miles de muertes.
Incentivo
James Inhofe, titular del Comité de Servicios Armados del Senado, dijo que el canje "puede tener consecuencias para el resto de nuestras fuerzas y todos los estadounidenses", ya que "nuestros adversarios ahora tendrán un fuerte incentivo para capturar norteamericanos".
Entre los afganos liberados se cuenta Mohamed Fazl, quien según el Pentágono fue viceministro de Defensa del régimen talibán y participó en la matanza de miles de personas de la minoría chiíta en 1998-2001. Los dirigentes fueron enviados a Qatar y ahí tendrán restricciones en sus movimientos.
A su vez, Bergdahl, de 28 años y capturado en 2009 en condiciones sin aclarar, se halla en el centro Landstuhl de Alemania, donde empezó su "proceso de reintegración".