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¿Quién será el embajador de EU en Cuba?

El principal objetivo de la reunión entre Cuba y Estados Unidos será la apertura de embajadas en sus respectivas capitales; Jeffrey DeLaurentis y Michael Kozak, son los candidatos para embajada vacante en la isla desde 1960.

LA HABANA.- Estados Unidos y Cuba inician hoy en Washington una nueva ronda de conversaciones, que puede ser decisiva para lograr el primer objetivo planteado en el diálogo que se abrió en diciembre: la apertura de embajadas en sus respectivas capitales.

Este es el cuarto encuentro bilateral desde que el 17 de diciembre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaran por separado, aunque de manera simultánea, su decisión de dejar atrás más de 50 años de confrontación para empezar un camino de entendimiento.
Desde entonces, quizás a paso relativamente lento, se han limado asperezas y marcado posiciones, enfrentadas en muchos puntos, pero sin ruptura.

Dos elementos esenciales se interponían para la apertura de embajadas, de acuerdo con La Habana: la eliminación de la isla de la lista anual del Departamento de Estado sobre los países que supuestamente patrocinan el terrorismo y la normalización de la situación financiera de las oficinas diplomáticas de Cuba en EU, que desde hace más de un año no disponen de un banco para realizar transacciones normales por la lista negra. El primer escollo fue resuelto cuando Obama anunció en abril su decisión de borrar a Cuba del listado, lo que refrendaría el Congreso –no tiene veto- el próximo día 29. El segundo problema parece estar en vías de solución, según dijo el canciller Bruno Rodríguez, quien precisó que se avanzó "considerablemente" en la búsqueda de un banco.

Las diferencias parecen radicar ahora en la interpretación que cada gobierno hace de las funciones y atribuciones de sus diplomáticos. "Una embajada en La Habana permitirá promover más eficazmente nuestros intereses y valores", puntualizó el Departamento de Estado, que insiste en brindar "vía libre" a la oposición. Castro reveló este mes que en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril, Obama le pidió para sus diplomáticos la misma movilidad que estos tienen en Rusia, Vietnam o China.

Castro dejó entrever su disposición a permitir que los diplomáticos estadounidenses puedan viajar fuera de La Habana, medida aplicada en respuesta a una decisión similar de EU vigente desde la época de Ronald Reagan, en los años ochenta. Sin embargo, las diferencias se mantienen respecto al acceso de Washington a los opositores, posición que observadores consideran más que todo un compromiso político que se arrastra desde la Guerra Fría, aunque este pudiera languidecer bajo la presión de importantes grupos económicos para entrar al mercado cubano. La Habana insiste en que los diplomáticos de los dos países deben regirse por la Convención de Viena, que estipula la no injerencia en los asuntos internos del país donde trabajan.

Sobre los posibles embajadores, en la isla las variantes que se valoran no han trascendido y, luego de decantarse por un nombre, el proceso sería expedito. No es así en EU, donde la propuesta debe ser confirmada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, bajo control republicano y donde destaca Marco Rubio, de raíces cubanas y uno de los aspirantes a la candidatura presidencial en 2016.

Rubio advirió que boicoteará el proceso, por lo que cobra fuerza una de las fórmulas que se ha manejado, para nombrar o dejar como encargado de negocios al jefe de la Sección de Intereses en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, un diplomático de carrera.

Antes de ser designado en junio de 2014 en el cargo, DeLaurentis se desempeñaba como representante para Asuntos Políticos Especiales en Naciones Unidas. Ya había trabajado en Cuba como jefe de la sección política y económica y también fue consejero político en la embajada en Colombia.

Además de DeLaurentis han trascendido otros nombres como posibles candidatos a embajador, un puesto que está sin cubrir desde que el ya fallecido Philip Bonsal fue retirado en 1960. Entre ellos figura Michael Kozak, subsecretario de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo.

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Roberta Jacobson.

Subsecretaria de Estado para América Latina de la Unión Americana

Las delegaciones serán encabezadas hoy por las mismas mujeres que han llevado las riendas en la negociación, la directora general para EU en la cancillería, Josefina Vidal, y la subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson.

Con la apertura de las embajadas y el restablecimiento de relaciones diplomáticas se concretaría el primer punto del proceso de normalización, que ambos gobiernos calificaron de "largo y difícil". Para Cuba, debe pasar "ineludiblemente" por el fin del embargo –vigente desde 1962- y por la devolución del territorio en la oriental provincia de Guantánamo.

Lo cierto es que, independientemente del resultado de las pláticas, parece indetenible el flujo de estadounidenses que viajan a la isla, que va desde la Orquesta Sinfónica de Minnesota –que actuó tras 85 años de ausencia- hasta la participación de una veintena de veleros, por primera vez con permiso de EU, en las regatas que organiza cada año el Club Náutico Internacional Hemingway de Cuba.

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