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Cuba rechaza acusaciones sobre supuestos ataques sónicos

Josefina Vidal, directora de EU de la cancillería, se refirió a la audiencia, cuyo propósito, dijo, “no era establecer la verdad, sino imponer por la fuerza y sin evidencia alguna una acusación que no han podido demostrar”.

El gobierno cubano reiteró hoy que no tiene responsabilidad alguna en las afectaciones de salud reportadas por diplomáticos estadounidenses en la isla y lamentó que el tema se siga politizando.

La directora de Estados Unidos de la cancillería, Josefina Vidal, se refirió a la audiencia realizada este martes en el Subcomité del hemisferio Occidental del Senado, cuyo propósito, dijo, "no era establecer la verdad, sino imponer por la fuerza y sin evidencia alguna una acusación que no han podido demostrar". "La gran víctima de la audiencia del día de hoy ha sido la verdad", enfatizó.

En declaraciones a la prensa la funcionaria recordó que el encuentro fue organizado por el senador republicado de Florida, Marco Rubio y copresidida por el senador demócrata de Nueva Jersey, Robert Menéndez, "ambos con un vasto record de trabajo en contra de mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos".

Añadió que para el gobierno cubano "resultan inaceptables las irresponsables declaraciones realizadas en la audiencia por el secretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Francisco Palmieri", quien "utilizó repetidas veces el término ataques".

"Cuba nunca ha perpetrado ni perpetrará, ni ha permitido ni permitirá que terceros actúen contra la integridad física de ningún diplomático sin excepción", aseguró, tras añadir que "el gobierno cubano tiene conciencia de sus responsabilidades y las cumple de manera ejemplar".

La directora de Estados Unidos de la cancillería cubana rechazó la politización de este asunto y las medidas injustificadas que ha adoptado el gobierno de Estados Unidos, "con un alto costo para nuestra población, la emigración cubana y el pueblo estadounidense".

A raíz de estos incidentes, la administración de Donald Trump redujo en un 60 por ciento su personal en La Habana y expulsó a 17 funcionarios diplomáticos cubanos en Washington.

Como consecuencia, cesaron la concesión de visas en el consulado estadounidense en la isla y ahora los cubanos que deseen migrar a ese país deben hacer los trámites en la representación norteamericana en Bogotá, con el consiguiente encarecimiento y complicaciones en los trámites.

Además, el Departamento de Estado emitió un alerta para que sus ciudadanos no viajen a la Mayor de las Antillas, por considerar que no es un lugar seguro. Pese a ello fuentes oficiales cubanas informaron que en 2017 llegaron a Cuba un millón 173 mil 428 estadounidenses, para un crecimiento del 191 por ciento en relación con el año anterior.

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