:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elfinanciero/IC56ERBKUUYGCXRXQHJ5PTYJ4E.jpg)
LA HABANA.- El gobierno de Raúl Castro no ha informado aún si asistirá o no a la Octava Cumbre de las Américas, tema que acaba de ser tratado en la cancillería cubana por representantes de la Habana y Lima.
La víspera el viceministro peruano de Relaciones Exteriores, Néstor Popolizio, informó a su homólogo cubano, Rogelio Sierra, sobre los preparativos de la cumbre, durante una reunión del Mecanismo de Consultas Políticas entre Cuba y Perú.
Según una nota oficial difundida en la capital cubana, "ambas partes coincidieron en la necesidad de impulsar la concertación y el diálogo político sobre temas de interés mutuo".
El breve comunicado no aclaró si la isla fue invitada y si asistirá a la cita continental, convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA), a la cual Cuba no pertenece.
El país caribeño fue suspendido de la OEA en 1962, tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro, y aunque en 2009 los países del bloque acordaron levantar el veto a Cuba, la isla ha descartado hasta ahora la posibilidad de reincorporarse a ese organismo, al que acusa de responder a los intereses de Washington.
La Mayor de las Antillas asistió a esas cumbres por primera vez en 2015, en Panamá, donde, además, se reunieron también por primera vez los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, en momentos en que La Habana y Washington protagonizaban un inédito diálogo, suspendido tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
En un artículo dedicado este lunes a la próxima cita continental, el diario oficial Granma aseguró que los voceros del presidente Trump, quien viajará a Lima, "ya adelantaron que tienen planificado redoblar las agresiones contra el gobierno de Venezuela, cuyo derrocamiento se ha convertido en una obsesión para la actual administración republicana, al tiempo que buscarán lanzar un ramo de olivo" al resto de los países de la región.
Cuba ha condenado la decisión de excluir a la administración de Nicolás Maduro de la octava cumbre.
De asistir a la reunión en la capital peruana, sería el último evento internacional de Raúl Castro como presidente, cinco días antes de que el parlamento elija a un nuevo jefe de estado y de gobierno.