DAMASCO. Cualquier intervención extranjera en Siria sería un acto de agresión a menos que sea aprobada por Damasco, dijo Ali Haidar, ministro de Asuntos de Reconciliación Nacional, después de que Estados Unidos anunció que estaba preparado para atacar a militantes del Estado Islámico en el país.
Siria ha advertido repetidamente que cualquier acción en su territorio necesita su aprobación y ha dicho que desea trabajar con cualquier país para enfrentar a los combatientes del Estado Islámico, quienes han capturado grandes áreas de Siria y la vecina Irak.
"Cualquier acción de cualquier tipo sin la aprobación del gobierno sirio es una agresión contra Siria", dijo Ali Haidar, a periodistas en Damasco.
Los países extranjeros podrían usar al Estado Islámico simplemente como un pretexto para atacar Siria, dijo Haidar a periodistas antes de una reunión con el nuevo mediador de paz internacional Staffan de Mistura.
Washington y sus aliados occidentales han apoyado a la insurgencia contra el presidente sirio Bashar al-Assad y han descartado cooperar con él para combatir al Estado Islámico, que busca crear un califato transfronterizo.
En cambio, Estados Unidos quiere impulsar a los rebeldes sirios moderados que luchan contra Assad y le pidió al Congreso que autorice 500 millones de dólares para entrenarlos y armarlos, y ha dicho que quiere llevar adelante ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico en el país.