El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Yun Byung-se, dijo el sábado que la capacidad nuclear de Corea del Norte está expandiéndose rápidamente, replicando la alarma desatada en todo el mundo por la quinta prueba nuclear del aislado estado realizada en desafío a sanciones de Naciones Unidas.
Corea del Norte llevó adelante su mayor prueba nuclear el viernes y afirmó que había dominado la habilidad para montar una ojiva nuclear sobre un misil balístico, incrementando una amenaza que sus rivales y Naciones Unidas no han podido contener.
El test probó que el líder norcoreano Kim Jong Un no tiene intenciones de alterar el curso y que se necesitan sanciones y presiones más duras para aplicar un "sufrimiento insoportable sobre Corea del Norte que no le deje más opción que cambiar", dijo el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano.
"La capacidad nuclear de Corea del Norte está creciendo y acelerándose a un nivel considerable, teniendo en cuenta que la quinta prueba nuclear fue la más fuerte en escala y que el intervalo se ha agilizado sustancialmente", dijo Yun en una reunión ministerial convocada para discutir la prueba.
La prueba, realizada en el 68 aniversario de la fundación de Corea del Norte, desató una condena global.
Estados Unidos dijo que trabajaría con sus socios para imponer nuevas sanciones y pidió a China que use su influencia, como principal aliado de Corea del Norte, para presionar a Pyongyang para que ponga fin a su programa nuclear.
Pero Rusia era escéptico de que más sanciones fueran la respuesta para resolver la crisis, mientras China permaneció en silencio sobre la perspectiva de una nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aunque medios estatales publicaron comentarios criticando a Corea del Norte.
Bajo el liderazgo de Kim, de 32 años, Corea del Norte ha acelerado el desarrollo de sus programas nucleares y de misiles, pese a sanciones que fueron reforzadas en marzo y que han aislado aún más al empobrecido país.
El Consejo de Seguridad denunció la decisión de Corea del Norte de realizar la prueba y dijo que comenzaría a trabajar inmediatamente sobre una resolución. Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia ejercieron presión para que el organismo de 15 miembros imponga nuevas sanciones.