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Congresista baleado regresa a la Cámara de Representantes

Steve Scalise entró a la sala cojeando, con bastones y zapatos deportivos, sonriendo ampliamente y dando besos al aire en su primera comparecencia pública desde el tiroteo del 14 de junio.

WASHINGTON.- Entre abrazos de demócratas y republicanos, lágrimas y una gran ovación de pie, el jefe de la bancada republicana Steve Scalise regresó cojeando a la Cámara de Representantes, más de tres meses después de que un tiroteo en una práctica de béisbol lo dejara luchando por su vida.

"No tienen idea de lo bien que se siente estar de regreso al trabajo en la cámara baja del pueblo", dijo el representante de 51 años ante el recinto lleno de legisladores, incluyendo senadores que cruzaron el Capitolio para darle la bienvenida.

Scalise entró a la sala cojeando, con bastones y zapatos deportivos, sonriendo ampliamente y dando besos al aire en su primera comparecencia pública desde el tiroteo del 14 de junio. En un gesto extraordinario, el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, republicano por Wisconsin, presidió la sesión y ordenó a los congresistas que se sentaran para escuchar a Scalise.

"Nuestras oraciones han sido contestadas", dijo Ryan.



Este momento contrastó con las divisiones amargas entre republicanos y demócratas que han dominado al Congreso este año. Los legisladores de ambos partidos han estado divididos por la agenda republicana y el presidente Donald Trump.

"Te muestra el lado amable del Congreso que pocas personas ven", dijo Scalise.

Scalise y otras cuatro personas resultaron heridas en junio, cuando un atacante abrió fuego en una práctica de béisbol entre legisladores republicanos en Alexandria, Virginia. Policías del Capitolio devolvieron el fuego y mataron al agresor, quien guardaba rencor contra el presidente Donald Trump y los republicanos.

Scalise resultó herido en la cadera, y la bala le dañó los vasos sanguíneos, huesos y órganos internos.

Scalise agradeció a los dos policías del Capitolio que regresaron el fuego y ayudaron a matar al atacante, James Hodgkinson, de Belleville, Illinois, y a los doctores que le practicaron varias cirugías. Los policías Crystal Griner y David Bailey también resultaron heridos.

 
   

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