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Rosa María Payá condena decisión de impedir entrada de Calderón a Cuba

En declaraciones a El Financiero, la opositora consideró que no permitir la entrada a la isla del expresidente mexicano es una agresión contra el Estado y el pueblo de México.

LA HABANA.- Rosa María Payá, quien organiza en La Habana un homenaje a su padre, el fallecido opositor Oswaldo Payá, consideró que la decisión del gobierno cubano de no permitir la entrada a la isla del ex presidente mexicano Felipe Calderón es una agresión contra el estado y el pueblo de ese país.

En declaraciones a El Financiero, la también opositora, quien reside la mayor parte del tiempo en Estados Unidos e ingresó a Cuba hace una semana, precisó que también fueron invitados senadores del PRI y del PAN, aunque algunos "no vendrán por problemas de agenda y otros cancelaron el viaje por presiones del gobierno cubano".

"Otras personalidades mexicanas han confirmado su presencia, pero no quiero adelantar sus nombres para evitar represalias del gobierno", puntualizó.

La principal figura en la ceremonia será el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien recibirá el premio "Oswaldo Payá Libertad y Vida". Rosa María dijo que Almagro se encuentra viajando en estos momentos hacia la isla desde París.

"Lo que sí puedo asegurar es que vengan quienes vengan, el homenaje a mi padre se efectuará este miércoles a las 11 de la mañana, como hemos anunciado", señaló. El acto tendrá lugar en la casa de Payá, en la populosa barriada de El Cerro, en esta capital.

Este martes el ex presidente Calderón informó en su cuenta en Twitter que no había sido autorizado por el gobierno cubano para entrar al país, lo cual fue lamentado por la secretaría mexicana de relaciones exteriores.

Desde Chile la ex ministra de educación e hija del ex mandatario Patricio Aylwin, Mariana Aylwin, tampoco recibió el visado. El gobierno chileno ha difundido en las últimas horas una protesta por lo sucedido y ha anunciado que llamará a consultas a Santiago a su embajador en La Habana.

Estos hechos, que tienen casi nula repercusión al interior de la isla, ocurren en momentos en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que su gobierno revisa la política de acercamiento a la isla de su predecesor y que pondrá en el centro de la misma el tema de los derechos humanos.

El gobierno cubano no reconoce a la oposición interna, a la que califica de mercenarios al servicio de Estados Unidos.

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