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Cierre de fotografía en elecciones de Perú

Keiko Fujimori lleva una ventaja corta a Pedro Pablo Kuczynski en camino a la segunda vuelta para elegir al futuro presidente de Perú, a celebrarse el 5 de junio. En Perú el voto es obligatorio, el 20% de los 23 millones de electores deciden por quien votar el mismo día del sufragio.

LIMA.- Con paso firme, Keiko Fujimori camina al balotaje presidencial del domingo en Perú como la candidata favorita, en un duelo de centroderecha que garantiza el rumbo económico pero podría marcar la vuelta al poder de un apellido que desata tanto amor como odio.

Fujimori, de 41 años, tiene una ventaja de cerca de 4 puntos porcentuales según encuestas publicadas este jueves frente a su rival, el septuagenario y experimentado exministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski.

Ahora la legisladora tiene muchas chances de convertirse en la primera presidenta de Perú, una década y media después de que su padre fuera destituido como mandatario y condenado a 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos y corrupción.

Aunque los mercados financieros respiran tranquilos porque no está en juego el modelo económico de libre mercado que ha llevado al país minero a tener tasas de crecimiento mayores al promedio de Latinoamérica en la última década, la incógnita para muchos peruanos es si una Fujimori en el poder retomaría los modos autoritarios de un pasado marcado por casos de corrupción.

Fujimori logró avanzar en las preferencias pese a que ha sido blanco de ataques de un sector de la población que tiene malos recuerdos de su padre Alberto y su década en el gobierno (1990-2000). Pero muchos le dan crédito al expresidente por haber derrotado a la guerrilla de izquierda y sentado las bases para un fuerte crecimiento económico.

A pesar de que la legisladora había ganado la primera ronda electoral en abril con casi el doble de votos frente a Kuczynski, de 77 años, la diferencia se acortó cuando su rival comenzó a recibir apoyo de distintas agrupaciones políticas que quieren frenar el regreso de la familia Fujimori al poder.

"En las últimas semanas cambió la tendencia a favor de Fujimori", dijo a Reuters el gerente general de la encuesta GfK, Hernán Chaparro. "Pero esto va estar (pendiente) hasta el último minuto", agregó el experto.

En un país con voto obligatorio y donde el 20 por ciento de los 23 millones de electores deciden por quien votar el mismo día del sufragio, todas las posibilidades están sobre la mesa.

Dos encuestas publicadas este jueves mostraron que la ventaja entre ambos se acortó. Pero Fujimori sigue arriba con un 52.1 por ciento y un 51.6 por ciento, según Datum y CPI, respectivamente. Kuczynski tiene un 47.9 por ciento y un 48.4 por ciento, de acuerdo a las mismas encuestadoras.

ENERGÍA O EXPERIENCIA

Fujimori se ha esforzado por distanciarse políticamente de su padre, pero recientes denuncias de presuntas vinculaciones de su entorno con el narcotráfico han sembrado dudas.

En una de las protestas más grandes de los últimos años, miles de personas rechazaron el martes en Lima a Fujimori en una marcha en la que participó la excandidata de izquierda Verónika Mendoza, que terminó tercera en la primera votación.

Mendoza, en la otra orilla ideológica de Kuczynski, pidió esta semana votar por él para detener a Fujimori.

La hija mayor del ex presidente perdió la oportunidad de gobernar en el 2011, cuando también enfrentó una fuerte contra campaña y fue derrotada en un balotaje por Ollanta Humala.

Fujimori ha cosechado apoyo con promesas de mayor inversión en proyectos de infraestructura para avivar la demanda interna y recuperar el ritmo de la economía, que se ha desacelerado en los últimos años por los menores precios de la materias primas.

Pero también con propuestas efectistas como la intervención de los militares para ayudar a la policía a combatir al crimen, los robos y secuestros y encarar la inseguridad ciudadana que se ha convertido en uno de los mayores problemas del país.

"Kuczynski no tiene las cosas claras, él no tiene la mano firme para luchar contra este flagelo (...) a mí no me tiembla la mano, tengo los pantalones bien puestos", dijo Fujimori el jueves en una reunión con juntas vecinales en Lima.

En tanto Kuczynski, un exuncionario del Banco Mundial, ha apelado durante su campaña a su experiencia con planes como reducir impuestos y ampliar el déficit fiscal para generar más recursos y apuntalar la recuperación de la economía local.

"Dicen que estoy viejo, es cierto, pero el coco (la cabeza) me funciona, la experiencia me funciona", dijo la noche del miércoles PPK durante una visita a un emporio comercial en Lima.

TEMOR AL PASADO

Kuczynski elevó de temperatura sus críticas contra Fujimori en los últimos días para intentar ganar votos de algunos sectores pobres que rechazan a la candidata pero lo miran con escepticismo por su cercanía con los empresarios y su formación elitista.

"No me gusta el gringo (como llaman a Kuczynski), pero no quiero el pasado con un gobierno autoritario", dijo Juan Palomino, un empleado de 45 años que marchó contra Fujimori.

Kuczynski es respetado por ser uno de los pocos políticos que no cargan escándalos de corrupción (algo que no es poco en Perú) pero le cuesta llegar a los pobres, que son casi la cuarta parte de la población.

Pese a la artillería verbal entre los candidatos, los mercados financieros se han mantenido sin sobresaltos y solo ven diferencias sutiles en sus planes económicos.

Quien fuera que gane, se encontrará con un Congreso unicameral donde el partido de Fujimori tiene una mayoría absoluta y tendrá que lidiar con la herencia que deja Humala, un militar retirado que perdió popularidad por las promesas rotas a los más pobres, los vertiginosos cambios en su gabinete y las denuncias de lavado de activos contra su esposa.

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