Reuters
Doha/Beirut.- Qatar, que ha asumido la dirección en la provisión de armas a la oposición siria, está coordinando con la CIA y reforzó el control del flujo de armas para mantenerlas fuera de las manos de combatientes islamistas vinculados con al Qaeda, según rebeldes y funcionarios conocedores de la operación.
Mientras Gran Bretaña y Francia discuten sobre el posible levantamiento de la prohibición de la Unión Europea de armar a los rebeldes que combaten contra el presidente Bashar al-Assad, los países occidentales están interesados en que las armas no acaben en manos de grupos como Jabhat al Nusra, que ha prometido su apoyo a al Qaeda y que Washington considera una agrupación terrorista.
Los combatientes rebeldes en Siria dicen que en los últimos meses el sistema para distribuir armas se ha centralizado más, y que las armas se envían mediante el mando general de la opositora Coalición Nacional, dirigida por Selim Idriss, un general que desertó a la oposición y que está considerado un favorito de Washington.
Qatar envía armas sobre todo a rebeldes que actúan en el norte de Siria, mientras que Arabia Saudita, otro reino rico del Golfo, manda armas a los combatientes que operan en el sur, según varios comandantes rebeldes.
"Los cataríes están yendo ahora a través de la coalición por asuntos de ayuda y humanitarios y para temas militares van a través del mando militar", dijo un líder rebelde en el norte de Siria entrevistado desde Beirut.
"Antes de la formación de la coalición, lo llevaban a cabo a través de oficinas de enlace y otras formaciones civiles y militares. Eso era al principio. Ahora es diferente, ahora todo va a través de la coalición y el mando militar", añadió.
Los envíos de armas a los rebeldes sirios se recortaron el año pasado, cuando Washington expresó su preocupación de que estuvieran cayendo en manos de grupos como Jabhat al-Nusra.
Hoy, los envíos cataríes han reanudado controles más estrictos ejercidos desde el palacio del emir de Qatar, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, en consulta con la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), dijo un alto cargo de la seguridad catarí.
"Existe una sala de operaciones en el diwán (complejo de oficinas) del emir, donde se sientan representantes de cada ministerio, decidiendo cuánto dinero se destina a la ayuda de Siria", dijo el portavoz catarí.
"Hay muchas consultas con la CIA, y ellos ayudan a Qatar con la compra y movimiento de armas a Siria, pero sólo como consultores", dijo. La CIA no quiso hacer comentarios.
Mandos rebeldes dijeron que habían remitido sus listas de necesidades al mando general encabezado por Idriss, que se lo remite a Qatar o Arabia Saudita.
Una fuente occidental implicada en el proceso dijo que el nuevo sistema de control no es a toda prueba: algunas veces las armas enviadas por Qatar acaban de hecho en manos de grupos extremistas.
Varios líderes rebeldes dijeron que creían que individuos kuwaities y saudíes ricos estaban también enviando dinero y armas a los rebeldes fuera del canal de distribución de la Coalición Nacional.
"Habitualmente piden un video que demuestre que se ha producido un ataque con el nombre de la brigada que lo hizo. Algunas veces piden un comunicado expresando gratitud", dijo un mando rebelde en Damasco, que añadió que saudíes y cataríes también envían armas ocasionalmente al territorio del otro, traspasando los controles normales.
"Algunas veces los cataríes se las apañan para enviar material a la parte sur y los saudíes a la zona norte. Cuando lo hacen, lo envían a brigadas que no son parte del mando militar", agregó.
Según el portavoz catarí, las armas suministradas incluyen armas como AK-47, granadas propulsadas por cohetes, granadas de mano y munición. Qatar proporciona también instrucciones sobre técnicas de combate, por ejemplo cómo equipar los vehículos con armas.
Las armas se adquieren principalmente desde el este de Europa por tratantes de armas con sede en Gran Bretaña y Francia, y son llevadas de Qatar a Ankara y luego trasladadas a Siria, añadió la fuente catarí.
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