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Candidatos de Brasil luchan por premio clave: su ciudad natal

Belo Horizonte, su pueblo natal, se ha convertido en el nuevo campo para librar la batalla de las campañas electorales de Neves y Rousseff.

BELO HORIZONTE. Los dos candidatos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil crecieron a apenas siete cuadras de distancia, asistieron al mismo club de tenis, vieron películas en el mismo cine y recorrieron las mismas plazas en la década de 1960.

Actualmente, la presidenta Rousseff y el senador Neves pelean por los votos en su pueblo natal de Belo Horizonte, un campo de batalla clave hasta el último momento en la carrera presidencial para la elección del domingo.

Aquí, como en todas partes de Brasil, la marcada caída en la pobreza y el desempleo en la última década ha hecho de Rousseff, quien a sus 66 años es una izquierdista más moderada que en su juventud, una leve favorita para ganar en la segunda vuelta.

Neves, de 54 años y que fue gobernador de Minas Gerais, espera que el descontento por la estancada economía y el apoyo de sus políticas  pro mercado le ayuden a cerrar la brecha de unos 4 puntos porcentuales que mostraron recientes encuestas.

La carrera electoral más pareja en décadas tiene un drama extra en Belo Horizonte porque muchas personas en el lugar conocen a los candidatos, y continúan perplejos, aún después de tantos años, sobre cómo dos personas de orígenes similares pueden tener agendas tan divergentes.

"Es sobre lo que todos quieren hablar aquí", dijo Helvécio Ratton, un cineasta de 65 años que ha sido amigo de Rousseff desde sus días universitarios.Ratton dijo que él y Rousseff se sintieron atraídos hacia la resistencia de izquierda debido a la marcada desigualdad en Brasil, que por entonces era peor.

Describió a Rousseff como una adolescente que leía mucho y era "muy divertida, estaba siempre bromeando".

 Dijo que ella cambió tras ser encarcelada y torturada por los militares a principios de la década de 1970."En privado", dijo, "aún se puede ver a la vieja Dilma".

SIGUIENDO LOS PASOS DEL ABUELO

El padre de Rousseff era un aristócrata búlgaro que emigró a Brasil durante la Segunda Guerra Mundial y les pagó a sus hijos clases de francés y las mejores escuelas, una de ellas donde Neves votará el domingo.

Neves, 12 años más joven que Rousseff y nacido en 1960, se perdió el tumulto de esa década. En cambio, siguió aplicadamente los pasos de su abuelo, Tancredo Neves, quien le precedió tanto como congresista como gobernador de Minas Gerais.

Neves, abuelo, se convirtió en el primer presidente civil, aunque el renombrado político falleció de una infección 75 días antes de asumir el cargo. Aécio Neves adquirió los impecables modales y la risueña disposición de Tancredo incluso cuando era niño, dijo Celina Ramos, quien lo conoció a los ocho años en el club de fútbol Cruzeiro.

"Era un buen chico entonces, y es un buen chico ahora", afirmó.

Esas preguntas sobre personalidad y origen importan más a los 15 millones de votantes de Minas Gerais que en otras regiones de Brasil, dijo Paulo Paiva, un economista local.

Pero Minas Gerais es más dependiente de la agricultura y el gasto del consumidor, que se han mantenido bastante bien. El desempleo en la región permanece apenas por debajo del promedio nacional de un 5 por ciento, que ya de por sí es un mínimo histórico.

"Eso deja a los votantes libres de considerar temas aparte del producto interno bruto (PIB), como quién les gusta más", dijo Paiva.

"UN ASUNTO FAMILIAR"

De hecho, la campaña aquí parece ser sobre dos temas principales: qué candidato tiene una mejor historia de vida y quién merece más crédito por los programas sociales que ayudaron a reducir la notoria desigualdad en la última década.

El equipo de Rousseff ha inundado la radio y la televisión con estadísticas que muestran cómo el Gobierno federal ayudó a Minas Gerais.

Los partidarios de Neves, en tanto, promocionan programas que implementó siendo gobernador del 2003 al 2010, como uno que instala baños y cocinas en hogares de personas de bajos ingresos.

En tanto, la campaña de Rousseff se ha referido a su pasado militante, usando la fotografía de su arresto en 1970 en anuncios de televisión y en camisetas para mostrarla como una resuelta defensora de los pobres.

Neves ha respondido a las declaraciones de Rousseff de que sus lazos familiares lo hacen un elitista. En cambio, argumenta que trabajar al lado de su abuelo en su juventud le ayudó a convertirlo en un candidato de "cambio seguro", con el apoyo político y los conocimientos y experiencia para revivir la economía.

Una encuesta la semana pasada mostró a Neves con una ventaja de 12 puntos porcentuales en el estado, aunque Paiva advirtió sobre analizar mucho el tema señalando que los "mineiros", como se llama a los residentes del estado, son cautos en materia de política y religión y "conocidos" por mentir a los encuestadores.

En la plaza de Belo Horizonte donde solía estar la casa de la familia Neves, más de 20 personas se reunieron en un bar la semana pasada para ver el debate entre los candidatos.

Algunos gritaban a la televisión o entre ellos, pero la mayoría bebió su cerveza en silencio y escuchó el debate.

"Tenemos que mantenernos en calma", dijo Nilton Leme, de 43 años y que trabaja para una compañía minera. "Para nosotros, esto es un asunto familiar", agregó.

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