Roxana González García
El reforzamiento de la política antiinmigrante en Estados Unidos cambió el perfil de los indocumentados deportados, y a diferencia de hace unos años, cuando la mayoría procedía de entidades fronterizas como Arizona y Texas, ahora son expulsados de lugares alejados de México como Nueva York, Arkansas e Illinois; muchos tenían una estancia prolongada y son jefes de familias plenamente establecidas en ese país, con hijos nacidos en su territorio.
Un estudio de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) indica que casi la mitad —48.8%— de los 358,826 migrantes deportados a México en 2012 tenía de 5 a 7 años de vivir en EU, mientras que 70% —20 puntos por encima de lo registrado en 2000— son jefes de familia y cuentan por lo menos con un hijo nacido en el país vecino y, por tanto, ciudadano del mismo.
Tal es el caso de Armando Trejo, quien hace unos días fue repatriado en Baja California con un grupo de veinte personas. En entrevista con El Financiero, el oriundo de Durango explicó el proceso que atravesó después de su detención, tras haber vivido más de dos décadas en Arkansas, donde permanecen su esposa y tres hijos, todos nacidos en EU.
"Es triste regresar sin nada y ya sin familia aquí, mi vida definitivamente está allá, mis hijos y mis amigos son estadounidenses, nunca pensé en que me pudieran deportar luego de veinte años", lamentó Trejo, convencido de que lo mejor por el momento es quedarse en Tijuana, porque siente que está más cerca de los suyos.
Fue en la fábrica donde trabajó ocho años empacando pescado donde lo detuvieron agentes migratorios, en una inspección en fin de semana. "Llegaron, nos formaron y nos separaron a los que no teníamos papeles, ¿cómo supieron?, quién sabe, se me hace que fue el patrón quien nos entregó", dijo.
El Colef destaca que los deportados enfrentan una realidad que ya no consideran suya; señala que más de la mitad de los expulsados en 2012 habla inglés, debido a su larga residencia en Estados Unidos. Expone que cambiaron también las estrategias de deportación, ya que Washington y nuestro país acordaron aplicar nuevamente el Procedimiento de Repatriación al Interior de México, que la semana pasada inició con el envío de 133 connacionales vía aérea a la capital.
Javier Urbano, experto de la Universidad Iberoamericana, coincidió en que el reforzamiento de la lucha antiinmigrante y la búsqueda de oportunidades laborales por la crisis de 2008 provocó un desplazamiento de los indocumentados hacia el centro y norte de EU, por lo que los deportados llegan de entidades distantes. "A medida que los estados fronterizos han adoptado medidas más duras, los migrantes se han alejado", comentó.
Mundo