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Caída del salario en Reino Unido, el primer gran desafío del Brexit

Después de dos años de registrar un alza, las ganancias reales de los británicos vuelven a tropezarse en un momento en el que el país necesita que los ciudadanos sigan gastando para impulsar la economía de cara a la separación de la Unión Europea.

Parece que ya llegaron los tiempos difíciles sobre los que advirtió el Banco de Inglaterra.

Pese a que el trimestre pasado el desempleo británico cayó a su tasa más baja en más de cuatro décadas, los trabajadores sufrieron una caída en sus ganancias reales por primera vez en 2 años y medio, mostraron este miércoles datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés).

Esto resulta particularmente problemático para un país que depende de que los consumidores optimistas sigan gastando, en particular porque comenzará a negociar su separación del bloque comercial más grande del mundo.

Es casi seguro que las cifras alimentarán el debate sobre el nivel de vida mientras el Reino Unido se prepara para elecciones generales el 8 de junio. Las ganancias reales siguen por debajo del nivel que tenían antes de la crisis financiera de 2008, y la recuperación que registraron en los últimos 24 meses ahora pasó a revertirse en tanto una libra esterlina debilitada impulsa los precios.

La semana pasada, Mark Carney, presidente del Banco de Inglaterra (BOE, por sus siglas en inglés), dijo que los hogares enfrentarán "tiempos de desafíos" en el segundo semestre.

"Ahora que los aumentos de los salarios regulares están desacelerando nuevamente, el crecimiento de las ganancias quedó muy atrás de la inflación", dijo Suren Thiru, director de Economía de las British Chambers of Commerce.

"Si sigue incrementándose la disparidad entre el crecimiento de los salarios y el de los precios como proyectamos, probablemente el gasto de los hogares siga desacelerando, lo cual debilitará la actividad económica en general".

Los salarios regulares ajustados por la inflación cayeron 0.2 por ciento, afirmó la ONS. Los ingresos nominales desaceleraron y crecieron 2.1 por ciento, la tasa más baja en ocho meses. La tasa de desempleo cayó a 4.6 por ciento, la más baja desde 1975.


INFLACIÓN

Al mismo tiempo, la inflación se encamina a alcanzar 3 por ciento este año, lo que reduce los gastos en consumo. En marzo, las ganancias reales cayeron 0.5 por ciento, el declive más pronunciado desde julio de 2014. Esto ya se está filtrando a la venta minorista, que registró su mayor baja en siete años en el primer trimestre. Las cifras para abril se publicarán este jueves.

Tras la publicación del informe de este miércoles, el Ministro de Hacienda del Reino Unido, Philip Hammond, dijo que las proyecciones del Gobierno todavía muestran un alza de los salarios reales para el próximo quinquenio y que la inflación será "pasajera".

La semana pasada, Carney, cuyas proyecciones suponen un Brexit sin problemas, subrayó el riesgo de que se avecinan tiempos más complicados para las familias británicas.

Si bien los funcionarios proyectan que los salarios se recuperen el año que viene, la perspectiva para 2017 es incierta ya que los futuros acuerdos comerciales y el alza en los costos producida por los problemas de la libra harán que los empleadores busquen bajar los costos.

La caída del desempleo también acerca la tasa a la cifra de 4.5 por ciento estimada por el banco central como el nivel que se puede sostener sin generar inflación.

En marzo, la tasa fue del 4.3 por ciento. Sin embargo, para la mayoría de las autoridades del BOE, el hecho de que las ganancias se mantuviesen apagadas pese a que el mercado laboral está sano sugiere que, por ahora, todavía hay suficiente inactividad para mantener las tasas de interés a un nivel mínimo récord.

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