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Bush vs. Clinton: ¿contienda entre dinastías?

Una posible contienda Bush vs. Clinton está puesta sobre la mesa. Jeb y Hillary arrancan como favoritos para las nominaciones republicana y demócrata rumbo a las presidenciales en EU en 2016. 

Como se anticipaba, Jeb Bush sumó ayer su nombre a la extensa lista de aspirantes a la candidatura presidencial republicana rumbo a las elecciones de 2016 en Estados Unidos.

Su apellido, y no sólo su experiencia como gobernador de Florida, lo coloca al frente de la parrilla de salida en una carrera que no iniciará sino hasta comenzar el próximo año.

De salir vencedor, John Ellis "Jeb" Bush, nieto del fallecido senador Prescott Sheldon Bush, hijo del expresidente George Herbert Walker Bush y hermano del también exmandatario George Walker Bush, podría enfrentarse a la favorita en la parcela demócrata, la exsenadora y exsecretaria de Estado Hillary Clinton, esposa del expresidente demócrata William Jefferson Clinton.

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De tal forma, para algunos observadores, 2016 sería entonces un encuentro entre dos dinastías políticas en Estados Unidos: los Bush y los Clinton.

"Hay dos dinastías políticas que tienen la vista puesta en 2016", señaló a la agencia AP Mark Meckler, una figura predominante en el Tea Party, movimiento ultraconservador dentro del partido Republicano, quien incluso ha criticado las posturas sobre educación e inmigración de Jeb Bush.

"Antes de que los conservadores intenten derrotar a Hillary, necesitan primero derrotar a Bush", dijo.

Jeb Bush gobernó durante dos periodos consecutivos (1999-2007) en Florida, estado que le dio la victoria definitiva a su hermano George en las elecciones del año 2000 luego de una dura batalla judicial que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia.

No obstante, el político republicano pareciera que busca distanciarse del legado familiar.

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En el anuncio de su campaña el lunes estuvo presente su esposa Columba, mexicana, quien difícilmente aparece con él en eventos públicos.

Quienes no asistieron fueron su padre y su hermano. En su lugar la familia estuvo representada por su madre, la exprimera dama Barbara Bush, quien alguna vez dijo que el país no necesitaba otro Bush como presidente.

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Además, el ahora precandidato usará un logotipo de campaña en el que prescinde de su apellido: Jeb!


Este intento por quitarse de encima el peso del nombre familiar podría estar basado en la importancia que le da a la opinión pública. Una encuesta de Bloomberg Politics publicada en abril señalaba que 42 por ciento de los electores republicanos e independientes en Estados Unidos no votaría por un Bush.

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"Jeb es diferente a George y Jeb es quien es", dijo el precandidato republicano a la CNN el domingo, hablando sobre sí mismo en tercera persona, en un intento más por distanciarse de la figura de su hermano expresidente y dejar de lado las opiniones de analistas que lo ven como alguien que será "coronado" por una cuestión dinástica más que por su experiencia política.

Incluso, Bush ha buscado distanciarse de la exitosa política económica de su hermano. Al atacar recientemente la presidencia del demócrata Barack Obama por lo que llamó “la más lenta recuperación económica de todos los tiempos”, el republicano recordó también a “todas las familias que no han conseguido un aumento en 15 años”, periodo que incluye los años que algunos conservadores han definido como el “boom Bush”.

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Del lado demócrata, aunque al principio de su matrimonio con Bill Clinton, Hillary optó por utilizar, durante varios años, su propio apellido –Rodham-, en su carrera por la presidencia no ha buscado distanciarse del legado de su esposo.


Pero a diferencia de los Bush, la "dinastía" Clinton, en realidad, sólo es representada por Bill y Hillary, puesto que en su pasado no hay ningún legado político previo, como lo muestra este cuadro de The Washington Post.

Mientras que Jeb Bush deberá seguir batallando por quitarse de encima el peso de un apellido que ha estado inmerso en la política estadounidense durante cinco generaciones.

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