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Bloque de árabes sunitas alista invasión de Yemen

Aviones de Arabia Saudita atacaron las bases rebeldes en Yemen destruyendo viviendas cerca del aeropuerto internacional; con esto pretenden regresar el poder al presidente Abd Rabbú Mansur Hadi.

Arabia Saudita y Egipto preparan una invasión a Yemen para obligar a los rebeldes chiítas huthi a devolver el poder al presidente Abd Rabbú Mansur Hadi, quien el miércoles huyó de su último bastión en Adén.

Estados Unidos informó que proporciona apoyo logístico e inteligencia a la ofensiva aérea que El Riad y sus aliados musulmanes sunitas lanzaron, mientras que Irán, cercano a los insurgentes, afirmó que no escatimará esfuerzos para frenar la nueva crisis en Oriente Medio.

Al menos 18 civiles muertos dejaron los intensos bombardeos que el miércoles comenzó Arabia Saudí, que recibe apoyo político y militar del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) Pérsico, así como de Jordania y Sudán.

Los ataques de la llamada Operación Tormenta Decisiva, en los que intervienen cien aviones, se concentraron en una base cerca del aeropuerto de Saná, así como posiciones antiaéreas, cuarteles y el palacio presidencial.

Fuentes de seguridad en El Cairo explicaron que una vez que las incursiones debiliten a los huthi y sus aliados, militares leales al exdictador Alí Abdulá Salé, derrocado por las protestas de la "primavera árabe" en 2011, 100 mil soldados sauditas y 40 mil egipcios apoyados por blindados y aviación entrarán al empobrecido Yemen para forzar negociaciones.

Según el GCC, la acción busca "proteger" a la población de los huthi, que son "una herramienta en manos de potencias extranjeras". El asalto se efectuará desde la frontera saudita en el norte, así como mediante desembarcos en las estratégicas costas yemeníes del Mar Rojo y del Golfo de Adén, que dominan con Yibuti, Eritrea y Somalia la entrada al primero, para lo que hay de tres a cinco buques de la marina egipcia con tropas en la zona.

El Cairo "está preparado a participar con fuerzas aéreas, navales y terrestres", subrayó el canciller Samé Shukri en una reunión preparatoria de la cumbre árabe del sábado y domingo en el balneario de Sharm el Sheij. En el Mar Rojo, además, EU desplegó el barco de asalto anfibio USS Iwo Jima y el de desembarco USS Fort McHenry.

Hadi reapareció ayer en El Riad, después de que huyera en el puerto de El Mukala en un barco que lo trasladó a Omán tras perder el reducto en Adén. El mandatario había sido clave en los esfuerzos norteamericanos contra Al Qaeda en la Península Arábiga, que controla parte del territorio yemení, pues Washington operaba una base con aviones teledirigidos que fue desalojada por sus tropas la semana pasada ante el avance de los huthi.

Miles de seguidores de los huthi repudiaron los bombardeos y uno de sus voceros advirtió que Yemen "será la tumba" de los saudíes; Mohamed Yavad Zarif, canciller iraní, manifestó que Teherán no ahorrará esfuerzos "para contener la crisis" y su portavoz, Marzié Afjam, dijo que "esta invasión no dará más resultados que el avance del terrorismo en toda la región".

Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas y Rusia, llamaron a detener los ataques aéreos, aunque en Sharm el Sheij los cancilleres árabes acordaron crear una fuerza conjunta de intervención inmediata, en línea con la ofensiva en Yemen.

Aviones de combate de Arabia Saudí y sus aliados árabes atacan a los rebeldes chíes huthi que derrocaron al presidente de Yemen.

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