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Atacante eligió aeropuerto de Florida deliberadamente: FBI

Esteban Santiago, acusado de matar a cinco personas en el aeropuerto de Fort Lauderdale en Florida, eligió ese estado para cometer su crimen, de acuerdo con el FBI, el cual declaró que éste ya contaba con antecedentes de conducta errática.

El veterano de la guerra de Irak acusado de matar a cinco personas el viernes en un aeropuerto de Florida, Estados Unidos, aparentemente eligió viajar a ese estado para perpetrar la masacre, y no hay señales de que algún altercado hubiera desatado el ataque, indicaron autoridades el sábado.

El sospechoso, Esteban Santiago, de 26 años, tenía antecedentes de comportamiento errático y se investiga si alguna enfermedad mental habría sido un factor en el más reciente tiroteo masivo en Estados Unidos.

Santiago cooperó con los investigadores durante una entrevista que duró varias horas la noche del viernes, dijo George Piro, agente especial a cargo de la Oficina Federal de Investigación (FBI) en Miami.

"Las evidencias apuntan a que él (Santiago) vino aquí a perpetrar este horrible ataque", dijo Piro a medios en el aeropuerto. "No hemos identificado ningún factor que pudiera haberlo desencadenado".


Las autoridades dijeron que el sospechoso llegó al aeropuerto Fort Lauderdale en un vuelo de conexión desde Alaska. Posteriormente abrió fuego en la sección de equipajes con una pistola semiautomática 9 milímetros que sacó de su equipaje y se puso a disparar indiscriminadamente.

Además de los cinco muertos, ocho personas resultaron heridas por los disparos y unas 30 más fueron llevadas al hospital por golpes o fracturas. Más tarde el sábado se informarán los cargos federales que se presentarán contra Santiago.

Piro dijo más temprano que los investigadores del FBI no habían descartado el terrorismo como razón para el ataque y que estaban revisando los últimos movimientos del sospechoso. "Estamos siguiendo todos los ángulos para tratar de determinar el motivo detrás del ataque", declaró el funcionario.

Testigos dijeron que el agresor, que vestía una camiseta de "La Guerra de las Galaxias", no dijo nada antes de comenzar a disparar y que se rindió ante la policía sólo después que se le agotaron las municiones.

Autoridades dijeron que en noviembre Santiago se había presentado en la oficina del FBI en Anchorage, comportándose erráticamente y que fue entregado a la policía local, que lo llevó a un centro médico para que le hicieran una evaluación de salud mental.

Un funcionario federal dijo que el veterano de guerra le dijo a agentes en Alaska que su cerebro era controlado por una agencia de inteligencia de Estados Unidos y que le estaban ordenando que viera videos grabados por Estado Islámico.

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