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Al-Qaeda se descentraliza ¿Se habrá debilitado?

"A medida que la red se ha descentralizado, depende mucho más en esas relaciones humanas y en compartir recursos, asesoramiento y combatientes, lo que significa que ya no hace falta bin Laden sentado en Pakistán repartiendo dinero a varias afiliadas".

WASHINGTON.- Al-Qaeda se ha descentralizado, aunque no está en claro si la red terrorista se ha debilitado y si tiene menor capacidad para lanzar un ataque a Estados Unidos como el de septiembre de 2011 —como dice el presidente Barack Obama— o si mantiene fuerza pese a la muerte de varios de sus líderes.

Obama dijo en su mensaje sobre política exterior la semana pasada que la amenaza principal no proviene de la cúpula de al-Qaeda, sino de grupos afiliados y extremistas con sus miras puestas en blancos en el Oriente Medio y África, donde operan. Según el presidente, esto disminuye la posibilidad de que sean capaces de ataques en gran escala.

"Sin embargo, pone de manifiesto el peligro de que sea atacado el personal estadounidense en el exterior, como hemos visto en Bengasi", afirmó, en referencia al ataque de septiembre de 2012 que mató al embajador de Estados Unidos y otros tres compatriotas.

Los expertos sostienen que esta al-Qaeda reestructurada es todavía más fuerte de lo que ha sido en años recientes y que persiste la posibilidad de ataques en suelo estadounidense.

"Nunca hemos estado camino de derrotar estratégicamente a al-Qaeda. Todo lo que hemos sido capaces de hacer es anular algunas de sus actividades tácticas, pero estratégicamente, nunca hemos tenido un modo efectivo de lograrlo. Por eso continúa mutándose, adaptándose y desarrollándose para fortalecerse", afirmó David Sedney, exsubsecretario adjunto de defensa para Afganistán, Pakistán y Asia Central.

Advirtió que descentralización no significa debilitamiento.

"Pienso que los estadounidenses creen que al-Qaeda ya no es más una amenaza, que la muerte de Osama bin Laden significa que al-Qaeda ha dejado de ser imponente", agregó.

Sedney cree que al-Qada está cobrando fuerza en Pakistán, que es más fuerte en Irak que hace tres o cuatro años y también en Siria que hace uno o dos años. "Esta es una lucha ideológica. Al-Qaeda no este o aquel líder ni este o aquel grupo".

Los expertos opinan que al-Qaeda luce actualmente menos como una rueda con rayos y más como una tela de araña que une grupos de ideología similar, pero creen que hay razones poderosas para que quienes vigilan al-Qaida no bajen los brazos.

Aunque bin Laden murió y su equipo dirigente fue tomado por los ataques teledirigidos estadounidenses en Pakistán, la disminución de fuerzas estadounidenses en la vecina Afganistán reducirá la recolección de inteligencia y restringirá la efectividad de las operaciones antiterroristas. Existe el temor de que un retiro de fuerzas pueda permitir que al-Qaeda se reagrupe.

Asimismo existe preocupación por los miles de combatientes extranjeros que acuden a la guerra civil en Siria. Ese conflicto ha envalentonado al Estado Islámico de Irak y el Levante, un desprendimiento de al-Qaeda, para expandir sus operaciones trasfronterizas en países vecinos como Irak.

Los funcionarios estadounidenses también se preocupan por los occidentales que se han sumado a la lucha en Siria porque podrían ser reclutados para volver a sus países y atacar en ellos.

Cuando se concibió la estrategia antiterrorista estadounidense, se supuso que si se desmantelaba o destruía la cúpula de al-Qaeda los grupos afiliados quedarían reducidos a amenazas localizadas, dijo Katherine Zimmerman, del Instituto Estadounidense de la Empresa, quien se especializa en Al-Qaeda en la Península Arábiga y en la afiliada de al-Qaeda en Somalia, al-Shabaab.

"A medida que la red se ha descentralizado, depende mucho más en esas relaciones humanas y en compartir recursos, asesoramiento y combatientes, lo que significa que ya no hace falta bin Laden sentado en Pakistán repartiendo dinero a varias afiliadas", agregó. "Han desarrollado sus propias fuentes. Ya no se puede atacar parte de la red y esperar ver resultados".

Tom Joscelyn, miembro de la Fundación para la Defensa de Democracias y jefe editorial de The Long War Journal, un cibersitio que rastrea las operaciones de al-Qaeda y sus filiales en el mundo, opinó que los gobiernos de George W. Bush y Obama consideraron erróneamente al-Qaeda como una pirámide con una estructura jerárquica vertical, que "si uno rebana el tope de la pirámide, todo se derrumba".

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