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Acusan a diseñadores de tobogán acuático por muerte de niño

El copropietario de la cadena Schlitterbahn Waterparks y el diseñador del tobogán donde falleció un menor, enfrentan cargos por homicidio no premeditado.

El copropietario de la cadena de parques acuáticos Schlitterbahn Waterparks, Jeffrey Henry, y el diseñador John Schooley fueron acusados este martes, en Kansas, de homicidio no premeditado por la muerte de Caleb Schwab, de 10 años, quien murió al descender de un tobogán en 2016.

La fiscalía general de dicho estado de la Unión Americana informó que los empresarios fueron encausados, además, por lesiones a otras 13 personas en la misma atracción acuática, cuyo nombre, Verruckt, significa 'demente' en alemán.

Con esta decisión se elevó a tres el número de personas involucradas, pues la semana pasada un jurado de investigación de Kansas acusó a Tyler Austin Miles, exgerente de operaciones del parque, de 20 cargos graves, incluido el mencionado homicidio.

Si bien Henry, de 62 años, permanecerá en una cárcel de Texas, sin derecho a fianza, en espera de ser entregado a las autoridades de Kansas, Schooley no está bajo custodia y Miles quedó en libertad con una fianza de 50 mil dólares, según la abogada Tricia Bath.

Las acusaciones contra Miles y Schlitterbahn Waterparks sostienen que el tobogán no cumplía con los estándares de seguridad necesarios y diferentes reparaciones fueron postergadas aun después de presentar las fallas.

Además, la compañía constructora privada de la cadena, Henry & Sons Constructio Co., es señalada también, pues Henry ayudó a realizar el diseño sin las "credenciales técnicas ni de ingeniería" y aprobó su realización "en un plazo apurado".

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