Monterrey

Y yo también

OPINIÓN. El Bronco criticó el chapulineo y como cualquier político, nada distinto, hace exactamente lo que criticó. Creer que puede dejar tirado el Estado de Nuevo León e irse a probar suerte y luego regresar.

¿Quién más quiere ser Presidente? Es lo de hoy. Como que si no fui espiado por el software malicioso de hace poco y no quiero ser Presidente pues...como que no soy nadie.

Claro, hay de candidatos a candidatos. Por ejemplo, el Peje es, ha sido y probablemente será un candidato profesional a la Presidencia. De eso ha vivido desde hace unas cuantas elecciones. Dársela hasta de mártir le ha dejado pingues ganancias aun y cuando estén a nombre de familiares y amigos (que luego desconoce).

Otro que, como cualquier otro político, dijo que era uno antes pero es lo mismo después. El Bronco criticó el chapulineo y como cualquier político, nada distinto, hace exactamente lo que criticó. Creer que puede dejar tirado el Estado de Nuevo León e irse a probar suerte y luego regresar, ¿por quién nos toma? ¿Tan mala -pésima- imagen le hemos dado que piensa que estamos sujetos a sus caprichos? Si se va, que no regrese.

Otro más, piensa que México se acaba en las casetas del ExDF y con esa visión quiere gobernar el país. ¿No se ha puesto a pensar cómo el resto de los estados somos el "interior" cuando el DF está casi en el centro geográfico del país? Es cuestión de mentalidad.

¿Qué se necesita para ser Presidente? Lo escrito en la Constitución es ingenuo. Es difícil tener una lista, pero de entrada es ser líder. Ahora con el sismo, los mariachis callaron. Ninguno de los pre-pre-candidatos, amateur o el Profesional dijeron algo y mucho menos hicieron algo. Reprobable que no hicieron nada.

Lo que si podemos hacer es aprender del pasado. ¿Qué hicieron mal los anteriores Presidentes como para que no lo repita el que venga? dejando de lado la crítica palaciega que solo cae en el ridículo, veamos algunas equivocaciones.

El pernicioso populismo de Echeverría y López Portillo. Eso fue lo que le dio al traste a la época del desarrollo estabilizador. Es inexacto y engaña bobos echarle la culpa al neoliberalismo con todos los defectos que tenga.

Corrupción: López Portillo la institucionalizó. El ExDF fue la Meca de la corrupción con el Negro Durazo. Desde el policía de la esquina menos transitada hasta el mismísimo director eran corruptos. Seguro que habría excepciones pero no dejarían de ser eso.

Tibieza: De La Madrid tuvo que hacerle frente a una de las peores crisis pero nadie pisó la cárcel por la corrupción del JoLoPo. La Contraloría de la función pública nació pero si no hay castigo no pasará nada.

Hermano y familiares incómodos. Salinas debió ponerles un alto a tiempo pero no lo hizo.

No empujar la reforma energética en su momento. Zedillo no logró sobrepasar a la intransigencia del entonces PAN. Ahora en pleno desmoronamiento.

No saber a qué atenerse con Fox y con Calderón no haber podido acabar con el Narco. Dejar crecer la rumorología de las redes: todo está pésimo y nada está bien con Peña Nieto.

Esta es una lista enunciativa más no limitativa y tenemos la grave responsabilidad de escoger a un buen líder o lideresa. No más sexenios echados a perder con cargo al futuro de México.


El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Em- presas, en el IPADE. Se desempeñó como Director Gen- eral de entidades del área Internacional en Santander Serfin. Es Director del programa OneMBA y tiene su Despacho asociado con Crowe Horwath para proporcio- nar asesoría en temas de Finanzas Corporativas.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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