Monterrey

¿Y si pagamos impuestos a las gasolinas igual que en Texas?

OPINIÓN. En México, las gasolinas causan cuatro impuestos, entre estos el IEPS, que nunca estuvo contemplado como una fuente de ingresos tributarios para financiar el gasto del Gobierno Federal.

Actualmente, en materia de impuestos al consumo de gasolinas, en México pagamos casi el doble de lo que se paga en Texas, por lo que debemos exigir, que así como se igualó el precio, se iguale también la carga fiscal al consumo.

En México, las gasolinas causan CUATRO impuestos, tres de ellos son del tipo Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el cuarto es el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Para el caso de la Gasolina Magna, los tres IEPS que se cargan son los siguientes: Uno cuya recaudación va para los Estados y que es de 38 centavos por litro, otro ecológico por "contaminar" que es de 11 centavos por litro, y finalmente el IEPS Federal, que para 2017 es de $4.30 pesos por litro.

Este IEPS Federal es una de las principales causas del gasolinazo, ya que antes de 2016 se determinaba como una tasa que podía ser positiva o "negativa", pero que a partir de 2016 se cambia por una CUOTA FIJA en pesos por litro, aprovechando que con la caída en los precios del petróleo, el IEPS se tornó positivo en 2015, después de OCHO años de haber sido negativo.

La reforma no sólo eliminó la posibilidad de que pudiera haber IEPS negativo, sino también le GARANTIZÓ al Gobierno Federal una recaudación positiva, sin que esté asociada al precio del petróleo y de las gasolinas en Texas.

Si consideramos que el IEPS negativo le representaba al Gobierno una merma en recaudación, ya que PEMEX acreditaba contra impuestos una cantidad equivalente al IEPS "negativo", entonces el IEPS Federal no sólo no estaba aportando recaudación, sino que representaba una merma en los ingresos tributarios.

Otro dato importante es que cuando el Gobierno Federal turnó al Congreso la Reforma Energética en 2013, contempló percibir, por concepto de Ingresos Petroleros, una cantidad equivalente al 4.7 por ciento del PIB, ya que ésa era la cantidad de dinero que habían percibido el año pasado (2012) y que ésta era una cantidad apropiada y adecuada para su gasto gubernamental.

Ahora bien, como este 4.7 por ciento no incluye impuestos, y en 2012 el IEPS Federal a las gasolinas fue negativo, se pone de manifiesto que esta recaudación, NUNCA estuvo contemplada como una fuente de ingresos tributarios para financiar el gasto del Gobierno Federal, por lo que no es válido ahora chantajear y amenazar a la población, diciéndole de que sin este ingreso, el Gobierno Federal tendría que recortar el gasto "social".

Más aún, entre 2007 y 2014, la recaudación del IEPS federal a las gasolinas fue NEGATIVA, mientras que el gasto público federal creció constantemente, y ahora resulta que este ingreso es indispensable para sufragar el gasto.

Sin embargo, el colmo del abuso, corrió a cuenta del MONTO que se propuso como cuota fija de este IEPS Federal, aplicable a partir de 2016, de 4.16 pesos por litro, ya que con una cuota de solo 2.50 pesos se habría obtenido una recaudación similar a la obtenida en 2015, de 194 mil millones de pesos.

Este "colchón" fue el que les permitió, durante el año pasado, otorgar "subsidios" para que el precio de las gasolinas en 2016, no superará el precio máximo de 13.98 pesos por litro, establecido en la "banda" de más-menos 3 por ciento, y no obstante el IEPS aplicado en diciembre fue de solo 2.70 pesos por litro, la recaudación en 2016 fue superior a la de 2015.

En 2017, a pesar de que la cuota en Ley subió a 4.30 pesos por litro, se está aplicando un subsidio para bajarla a 3.18 y "contener" el ya excesivo precio promedio de 15.99, y aún así, van a recaudar más que en 2016.

La conclusión entonces, es que el Congreso puede y debe legislar para ELIMINAR totalmente este IEPS Federal, obligando al Gobierno a que se ajuste a sus previsiones originales de CERO recaudación proveniente de este impuesto, lo que permitiría BAJAR el precio de la gasolina magna en 3.69 pesos por litro, pasando a 12.30 pesos por litro y eso haría que paguemos impuestos al consumo de gasolina, similares a los que se pagan en Texas.

El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio Economía en Pérez Góngora y Asociados.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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