Monterrey

Volatilidad cambiaria, el peor de los males

Sé está renegociando el TLCAN, todavía sin resultados satisfactorios, lo que pone en riesgo la inversión y el crecimiento potencial de México.

El tipo de cambio sigue volátil debido a una coyuntura compleja que genera dudas sobre el futuro de la economía mexicana. Por un lado se está renegociando el TLCAN, todavía sin resultados satisfactorios, lo que pone en riesgo la inversión y el crecimiento potencial de México. Por otro lado, las elecciones presidenciales en México se aproximan y no se tiene certeza sobre las políticas económicas que implementará la siguiente administración y su efecto sobre la actividad económica. Debido a lo anterior, el tipo de cambio ha alcanzado un máximo en el año de 20.04 pesos por dólar y la volatilidad ha subido de 8.9 por ciento en marzo a 13.4 por ciento en mayo.

El peso es la moneda más líquida de Latinoamérica y es utilizada también como sustituto de cobertura de otras monedas como el real brasileño, con el cual no se pueden hacer transacciones internacionales. Así, el peso está sujeto a la especulación no sólo de lo que sucede en México, sino de lo que pasa en otras economías. Inclusive, de acuerdo a los modelos de determinación del tipo de cambio, la paridad peso-dólar es determinada en el Mercado de Futuros de Chicago, es decir, ni siquiera es determinada en México.

Sobre el tipo de cambio no sólo importa el nivel, sino también la volatilidad, es decir, los movimientos al alza y a la baja. En el 2018, el peso ha mostrado una volatilidad del 11.7 por ciento, nivel similar a la volatilidad observada durante la crisis de los altos déficit fiscales en Europa. Cabe destacar que un alza del tipo de cambio beneficia a los exportadores, pero perjudica a los importadores. Por el contrario, cuando el tipo de cambio baja beneficia a los importadores, pero perjudica a los exportadores. Sin embargo, al subir y bajar rápidamente el tipo de cambio no hay beneficio para nadie, excepto para los especuladores, ya que tanto a exportadores como a importadores se les dificultará hacer una buena planeación. Por eso, la volatilidad no es buena para la economía.

La volatilidad tiende a incrementarse ante una mayor incertidumbre, de hecho la volatilidad es una medida de riesgo y se ha observado que a mayores niveles de tipo de cambio la volatilidad tiende a incrementarse. Por lo anterior se puede decir que, si el tipo de cambio se acerca a nuevos máximos históricos, lo mismo podría ocurrir con la volatilidad. Tomando en cuenta información desde 2016, la volatilidad diaria del tipo de cambio en sesiones por debajo de 20 pesos por dólar fue en promedio de 12.56 por ciento, mientras que la volatilidad durante los días que el tipo de cambio se ubicó por arriba de 20 pesos por dólar ha sido en promedio de 21.5 por ciento.

Empleando un análisis econométrico simple con información desde 2016, se encuentra que el nivel de tipo de cambio explica la volatilidad de manera estadísticamente significativa y que ante un incremento del tipo de cambio de 1 por ciento, la volatilidad medida en puntos base sube 2.4 por ciento. Si en mayo la volatilidad del tipo de cambio se ubica cerca de 13.4 por ciento, se puede decir que si la paridad sube al máximo histórico de 22 pesos por dólar, la volatilidad ascendería a cerca de 17.5 por ciento, por arriba del promedio observado en 2016, cuando Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos y como se señaló anteriormente, la alta volatilidad no favorece a nadie en la economía real.

En el 2007 antes de la crisis financiera, el tipo de cambio se encontraba en 11 pesos por dólar. En el 2008 subió a 14.30 y todos decían que el dólar estaba muy caro. Más tarde, en el 2009, cuando alcanzó lo que en ese tiempo fue un máximo histórico del tipo de cambio de 15.59 pesos por dólar, el nivel alcanzado del 2008 ya no parecía tan caro. Ahora, con niveles cercanos a 20 pesos por dólar, el nivel de 15 pesos parece un precio "regalado" del dólar. Y por eso se dice que "el tipo de cambio sube por el elevador y baja por las escaleras", refiriéndose a que apenas se va ajustando a la baja, vuelve a sobrereaccionar al alza ante cualquier evento que provoque miedo en el mercado.

Se espera que el tipo de cambio siga altamente volátil en las semanas previas al primero de julio, con la posibilidad de alcanzar nuevamente niveles por arriba de 20 pesos por dólar, a menos que en la primera mitad de junio se concluya la renegociación del TLCAN. Sin embargo, parece ser mayor probabilidad de que se dé un aplazamiento de la renegociación hasta después de las elecciones en México y en Estados Unidos.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

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