Monterrey

Una columna de un refrito pero ¿Por qué ser original o molestarse?

OPINIÓN. Hay muchas razones para creer que Trump se inclinará más ante las preocupaciones de intereses especiales que apoyan el TLC tal como está.

El TLC o NAFTA, representa una parte significativa de la actividad económica de Estados Unidos (EU), eliminarle tendría profundos efectos reales en los negocios existentes, por lo que es probable que Donald Trump preferirá sólo cambios cosméticos y regirlo bajo un nombre más propio para su ego, por hoy llamémosle TTT –(Trump Trade Treaty).

Trump ha hablado extenso y áspero contra México, específicamente, sobre la renegociación del TLC. Pero hay muchas razones para creer que Trump se inclinará más ante las preocupaciones de intereses especiales que apoyan el pacto tal como está. Después de todo, cuando sus prioridades populistas cumplen con los resultados finales de una corporación, la compañía tiene una tendencia a ganar.

El diario digital Quartz, enumera tres acciones que indican porque Trump no saldría del TLC, de ser congruente en sus acciones: Export-Import Bank (EximBank), Medicare y Leyes regulatorias de la Banca, aprobadas en 2009 por Obama, para evitar catástrofes financieras.

Primero, se disecciona el ejemplo del EximBank, una agencia estadounidense que subsidia a las compañías estadounidenses que venden en el extranjero, principalmente claro a Boeing y General Electric; pero muchos de los empresarios hoy que forman parte del equipo de Trump tienen requerimientos de financiamiento a tasas bajas y quizás hasta a fondo perdido. Sera más cómodo usar dineros de los contribuyentes que de la banca regular. Así que la posición de Trump que era la de cerrar el EximBank, hoy ha cambiado.

Con Medicare, en algún punto de la sinuosa campaña, Trump prometió que su presidencia renegociaría y adoptaría políticas para ahorrar 300 mil millones de dólares en medicamentos que anualmente gasta Medicare – el sistema gubernamental de salud para retirados- "No lo hacemos, dijo entonces, ¿Por qué? Porque debido a las compañías farmacéuticas, eso acabara", concluía entonces.

Pero después de reunirse con líderes de grupos de presión de la industria farmacéutica en la Casa Blanca, durante la segunda semana de su presidencia, Trump salió a decir a los periodistas que: "me opondré a cualquier cosa que haga más difícil que las empresas más pequeñas y jóvenes se arriesguen a llevar su producto a un vibrante mercado competitivo. Eso incluye la limitación de precios a la "carnada" más jugosa del mercado, Medicare, eso es lo que está sucediendo". Los lobistas de la industria farmacéuticas se frotaron las manos y sonrieron.

Y en la banca, Wallstreet y los dólares lo mueven todo; ¿y hasta una acción ejecutiva inversa? uno de los discursos de campaña más descarados de Trump, atacó la conexión de su opositor demócrata con el sector financiero.

"Hillary Clinton se reúne en secreto con los bancos internacionales para trazar la destrucción de la soberanía estadounidense con el fin de enriquecer a estas potencias financieras globales, sus amigos con intereses especiales y sus donantes", dijo Trump; hoy a tres semanas de la nueva presidencia, el mismo, está ordenando la terminación de la Ley conocida como Dodd-Frank, - "Una ley establecida para promover la estabilidad financiera de EU, mejorando la rendición de cuentas y la transparencia en el sistema financiero, acabando con esquemas "demasiado grande para fallar", para proteger al contribuyente estadounidense poniendo fin a los rescates, proteger a los consumidores de prácticas abusivas de servicios financieros y otros fines"–Wikipedia.

Finalmente – dice el diario independiente Quartz- Aquí tienen una pista: La Casa Blanca todavía no ha notificado oficialmente al Congreso que Trump está planeando renegociar el TLC, lo que iniciaría una cuenta regresiva de cumplir dentro de los primeros 100 días su promesa, porque para un nuevo acuerdo comercial tipo TTT, tendría que recibir la consideración expresa de algunos legisladores.

Eso significa que su promesa de revisar el TLC en los primeros 100 días, es poco probable, y si sus amigos y camaradas están haciendo negocios con Eximbank, Medicare y el TLC, para que molestarse, mejor rebauticemos el tratado, seguramente pensará éste.

¿No cree que Quartz hizo buena investigación?

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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