Monterrey

Trump y el peso

OPINIÓN. El peso sigue perdiendo valor y es posible que rompa récords hacia adelante si el candidato republicano es el favorito en las encuestas.

Esta semana el tipo de cambio rompió la barrera de los 20 pesos por dólar ante una creciente ola de volatilidad cambiaria. La razón principal son las encuestas sobre las preferencias electorales en los Estados Unidos, particularmente cuando el candidato republicano Donald Trump le gana terreno a la demócrata Hillary Clinton.

Los inversionistas padecen de nerviosismo debido a la propuesta de
una renegociación del Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos y México. Recordemos que cerca del 33 por ciento de los empleos en el país son resultado directo del intercambio comercial entre ambas naciones y que más del 80 por ciento de las exportaciones nacionales se dirigen hacia el país vecino.

Pero no solo las elecciones en los Estados Unidos le están pegando al
peso mexicano. La caída de los precios del crudo observada desde finales de 2014 ha depreciado a la moneda nacional. Actualmente los
precios del petróleo permanecen en niveles bajos, alrededor de 40 dólares por barril, y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha acordado disminuir su producción para incrementar los precios del crudo. Para México, bajos precios del crudo implican menores ingresos públicos dada la importante dependencia del gobierno federal de los ingresos petroleros, y menores entradas de inversión extranjera directa (IED) por las licitaciones de los campos petroleros derivados de la reforma energética.

Finalmente está la Reserva Federal de los Estados Unidos y la expectativa de reiniciar el ciclo alcista de la tasa de interés pronto. Ello no solo está afectando al peso mexicano sino a la mayoría de las monedas de los mercados emergentes.

El peso está sufriendo por tres frentes distintos y es muy probable que el Banco de México decida actuar para mitigar la desvalorización de la moneda. Como lo había comentado anteriormente, la depreciación del peso ya está impactando a los precios al consumidor y su tendencia es al alza. Si bien la inflación continúa debajo del centro de la meta del Banxico (3 por ciento), 2.7 por ciento en agosto, la inflación de las
mercancías se ubicó en 3.8 por ciento (este rubro captura de mejor manera el traspaso de la deprecación del tipo de cambio hacia los precios).

Ante este escenario de alta volatilidad y de un claro impacto sobre los
precios al consumidor, no descartemos que la junta de gobierno de
Banxico decida aumentar la tasa de interés la próxima semana. No solo
eso, sino que dicha acción podría estar acompañada de intervenciones directas en el mercado cambiario, como las subastas realizadas el año pasado.

Así, el peso sigue perdiendo valor y es posible que rompa récords hacia
adelante si el candidato republicano es el favorito en las encuestas. Si estamos preocupados ahora, esperemos al mes de noviembre cuando se realicen las elecciones en el vecino país.

* El autor es el director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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