Monterrey

Testigo de la evolución de Arca Continental

Como heredero de un conjunto de embotelladoras mexicanas con legado y tradición, mediante su liderazgo el empresario ha contribuido a institucionalizar esta firma.

Heredero de una estirpe de empresarios regiomontanos, Manuel L. Barragán Morales, preside desde 2005 el Consejo de Administración de lo que hoy es Arca Continental, una de las embotelladoras independientes más relevantes del Sistema Coca-Cola a nivel mundial, con operaciones en 5 países, más de 50 mil colaboradores y ventas por 76 mil millones de pesos al cierre de 2015.

Homónimo de su padre y de su abuelo, es el tercer Manuel Barragán en la presidencia de esta empresa.

Como parte del grupo de familias accionistas de esta empresa, ha sido testigo y protagonista de la evolución de un grupo de embotelladoras mexicanas de gran legado y tradición, cuya institucionalización y profesionalización la llevaron a convertirse en el segundo embotellador de Coca-Cola más grande de América Latina, en términos de volumen de ventas, con presencia en México, Ecuador, Argentina, Perú y Estados Unidos.

Esta es la historia sobre los orígenes y desarrollo de Arca Continental, que recientemente anunció la firma de cartas de intención con The Coca-Cola Company y la embotelladora estadounidense Coca-Cola Bottling Company United, para operar una franquicia en un extenso territorio del suroeste de Estados Unidos, incluyendo el Estado de Texas, acuerdo que de concretarse, convertiría a la mexicana en la primera empresa latinoamericana en embotellar y distribuir la icónica bebida al norte del Río Bravo.

PROCOR, ARMA Y ARGOS
La historia de Coca-Cola en México inicia en 1926, de la mano de Compañía Embotelladora Topo Chico, una de las primeras empresas mexicanas en obtener la concesión de The Coca-Cola Company para producir y comercializar esta bebida en el país. Esta empresa, liderada por Manuel L. Barragán Escamilla, abuelo del actual presidente, se convertiría posteriormente en Grupo Procor, que operaba los territorios de Nuevo León y parte de Tamaulipas.

Ese mismo año, la familia Arizpe Narro, en Saltillo, obtuvo también la concesión para la capital coahuilense, empresa que posteriormente se constituyó como Grupo Arma, que operaba los territorios de Coahuila, San Luis Potosí, Sinaloa y Baja California Sur.

En Chihuahua y otros estados del pacífico operaba Grupo Argos, de la familia Fernández, embotelladora de Coca-Cola desde 1936, sirviendo a los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Baja California.

Estas tres empresas, de gran arraigo y prestigio en las regiones que operaban, se fusionaron en 2001 para constituirse como la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de México, Embotelladoras Arca, iniciando un camino de crecimiento rentable, expansión geográfica y diversificación que la ha llevado a trascender fronteras y nuevos negocios.

EMBOTELLADORAS ARCA
La fusión de tres grupos empresariales basó su fortaleza en un sistema de Gobierno Corporativo, que ha sido analizado y estudiado como caso de éxito por prestigiadas instituciones especializadas en la materia, como la Universidad Anáhuac, pues ha sido la plataforma en la que la visión, compromiso y filosofía de tres grupos han podido canalizarse para detonar el crecimiento, profesionalización e internacionalización del grupo.

Con la presencia en el Consejo de Administración de representantes de las tres familias fundadoras, entre ellos Manuel L. Barragán Morales como consejero, la empresa decidió profesionalizar su administración corporativa, para lo que integró un equipo de expertos independientes para dirigir la operación cotidiana de la compañía, bajo guía y supervisión de los accionistas.

En 2003 se integra como director general Francisco Garza Egloff y en 2005, Manuel L. Barragán Morales es designado Presidente del Consejo de Administración de Embotelladoras Arca.

Con la consigna de no ser sólo más grandes, sino evolucionar en una mejor empresa, Arca siguió creciendo de manera orgánica en sus operaciones de embotellado y comercialización de bebidas de las marcas de The Coca-Cola Company, capitalizando la diversificación del portafolio y los cambios en los patrones de consumo de la sociedad mexicana, desarrollando nuevos modelos de servicio e innovando en la atención al cliente y la comunicación al consumidor.

Siguiendo un plan estratégico de crecimiento rentable, Arca inició su expansión hacia nuevos negocios y categorías adyacentes a su núcleo de habilidad, adquiriendo a Bokados, marca regional de botanas del norte de México, que ahora se comercializa en la mayor parte del país.

En 2008, adquiere las franquicias de Coca-Cola en el norte de Argentina, iniciando su internacionalización.

En 2010, en alianza con los entonces propietarios, comienza a operar en Ecuador y crea la división Sudamérica.

ARCA CONTINENTAL

Un gran paso en este proceso fue sin duda la fusión entre el segundo y el tercer embotellador de México, Arca y Grupo Continental, que en 2011 dio lugar a Arca Continental, convirtiéndose en el segundo embotellador de Coca-Cola más grande de América Latina y uno de los más importantes del mundo.

El crecimiento y diversificación continuaron en 2012, con la adquisición de Wise, en Estados Unidos, e Inalecsa, en Ecuador, convirtiendo el negocio de botanas de Arca Continental en una operación multinacional.

En 2014 se asocia a partes iguales con The Coca-Cola Company para adquirir el negocio de lácteos de alto valor agregado Tonicorp, en Ecuador.

En 2015, concreta la alianza con la familia Lindley en Perú, para operar al embotellador único de Coca-Cola en ese país, y llegar a una población atendida de 83 millones de habitantes y más de 50 mil colaboradores.

La creatividad, flexibilidad y capacidad de negociación para llegar a acuerdos y establecer alianzas con otros grupos empresariales y familias ha sido factor clave para el crecimiento de Arca Continental, empleando a fondo diversidad de herramientas para conjuntar intereses y lograr soluciones ganadoras: compra directa, intercambio de acciones, ampliación de los Consejos de Administración, alianzas, empresas conjuntas y participación accionaria, entre otras muchas más.

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