Monterrey

Sucesión planeada

La semana pasada estuvo cargada de emotividad e incertidumbre en relación a Cemex.

El deceso de Lorenzo H. Zambrano, en Madrid, conmocionó a las comunidades financiera, empresarial y al mismo mundo de los medios de comunicación.

Obviamente, la pérdida de un personaje emblemático de Monterrey y México derivaba en tristeza por la partida de un líder, en todos los sentidos, y dejaba incertidumbre en quién o quiénes quedarían al frente de la firma que encumbró Lorenzo Zambrano.

Desde afuera se percibía la especulación y el interés de las distintas audiencias, pero en Cemex tenían que guardar las formas y esperar a despedir a su líder en su tierra. Una vez que se cumplió con esto, la administración de Cemex no dejó tiempo para más especulación e inmediatamente informaron quienes sustituirán en funciones a Lorenzo Zambrano.

Rogelio Zambrano fue nombrado Presidente del Consejo de Administración y Fernando González tomará las riendas de la Dirección General. Más allá de abundar en los perfiles de cada uno de los designados, quiero resaltar la planeación de la sucesión del equipo de Cemex.

A pesar que fue algo inesperado, las piezas se habían movido con anticipación para enfrentar una situación como la que se presentó.

Los hechos son irrefutables, la empresa sólo esperó a despedir a su líder y dio a conocer al siguiente día la información que esperaban las audiencias financiera, empresarial y los mismos inversionistas. La planeación de Cemex no iba a dejar más tiempo para la especulación y demostró que es una empresa seria y formal.

Podría debatirse si los nombramientos son adecuados o no, pero no cabe duda que una situación como la muerte repentina de Lorenzo Zambrano estaba contemplada dentro de los escenarios por parte de la administración.

Considero que el objetivo del plan de sucesión fue darle continuidad a la operación y no dejar mayor espacio a la especulación. Muy probablemente en los escenarios de riesgo de Cemex relacionados al plan de la sucesión había más escenarios contemplados.

El actuar de la administración fue profesional y sobrio, aunque era imposible evitar la especulación inmediata y natural. El plan se ejecutó siguiendo los tiempos que tenían contemplados.

La incorporación previa de Rogelio Zambrano al Consejo de Administración y el regreso de Fernando González al corporativo, después de recorrer diversas responsabilidades dentro de Cemex alrededor del mundo, eran indicios que ellos podrían ser los siguientes.

Lo hecho por Cemex debe ser un ejemplo de cómo las empresas, grandes, medianas o pequeñas, pudieran planear la sucesión de sus líderes para que los negocios perduren en el largo plazo y se vuelvan instituciones sólidas. Esperar hasta que se presenten los hechos provocaría un caos y con un río revuelto la ganancia es de los pescadores.

En referencia a las designaciones de Cemex, el tiempo dirá si fue acertada la decisión, pero es un hecho que no dejaron que el caos que trae la especulación los envolviera y esto obviamente fue planeado por el mismo Lorenzo Zambrano. Éste fue un proceso de sucesión muy profesional.

*El autor es asesor en la firma DL Torre Soluciones Integrales de Comunicación.

Correo: gerardo@dltorre.mx

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