Monterrey

Sobre el mecanismo de la Comisión de Cambios

OPINIÓN. Aun y cuando en un principio las subastas diarias funcionaron, después perdieron eficacia para detener las rápidas depreciaciones del peso, ya que el monto subastado era pequeño en comparación a las transacciones diarias del tipo de cambio.

La semana pasada la Comisión de Cambios instruyó al Banco de México para realizar coberturas cambiarias a instituciones financieras. El anuncio de la medida provocó que el tipo de cambio cayera ese mismo día en 50 centavos y 87 centavos después de 24 horas. Ningún mecanismo utilizado por la Comisión de Cambios había tenido tal impacto sobre el tipo de cambio.

Cabe recordar que la Comisión de Cambios realizó subastas diarias hasta el 17 de febrero del 2016 que provocaron la utilización de 28 mil 277 millones de dólares de reservas internacionales. Aun y cuando en un principio las subastas diarias funcionaron, después perdieron eficacia para detener las rápidas depreciaciones del peso, ya que el monto subastado era pequeño en comparación a las transacciones diarias del tipo de cambio. El Fondo Monetario Internacional criticó la medida, diciendo que solamente estaba erosionando las reservas internacionales sin impactar significativamente al tipo de cambio.

Las reservas internacionales de un banco central son consideradas un "bien preciado" en tiempos de turbulencia e incertidumbre, debido a que pueden ser utilizadas para bajar la volatilidad cambiaria y con esto reducir las presiones inflacionarias (a mayor depreciación, mayor inflación) y mejorar la expectativa de crecimiento económico (a mayor incertidumbre, menor crecimiento económico).

El mecanismo que en esta ocasión utilizará el Banco de México será una cobertura de tipo forward, el cual es un instrumento derivado que tiene la característica de ser un "traje hecho a la medida" en monto y plazo. Cabe destacar que el tipo de cambio forward se calcula utilizando el spot del día en que se toma la cobertura, las tasas de interés local (México) y foránea (Estados Unidos) de valores gubernamentales de corto plazo y además el plazo al vencimiento. La medida funcionará por diferencias, implicando que si el tipo de cambio de mercado es mayor que el pactado en la cobertura, entonces el Banco de México pagará la diferencia en pesos a la institución financiera. Por el contrario, si el tipo de cambio spot en el mercado en el vencimiento es menor que el tipo de cambio pactado, entonces la institución financiera pagará la diferencia en pesos a Banco de México.

Es importante mencionar que el tipo de cambio peso-dólar es determinado de acuerdo a los fundamentales económicos de México, pero también por las entradas y salidas de capitales (tanto de inversión extranjera directa como inversión de cartera). Este último punto es lo que propicia los movimientos especulativos del tipo de cambio y que generalmente se reflejan como sobrerreacción a alguna noticia o cambio de las expectativas económicas. El nuevo mecanismo empleado por la Comisión de Cambios parece estar apuntando a disminuir la especulación, ya que permite que las instituciones financieras compren dólares a un tipo de cambio determinado por la cobertura. En los últimos tres años, el peso mexicano se ha depreciado en 51.40 por ciento, derivado a la realización de eventos geopolíticos que incrementan la incertidumbre en los mercados financieros globales, así como eventos que ponen en riesgo el crecimiento económico global.

¿Cuánto durará el efecto del mecanismo? Por lo pronto ha puesto las cotizaciones del tipo de cambio por debajo de los 20 pesos por dólar, rompiendo inclusive un nivel técnico importante que se encontraba en el promedio móvil de 100 días, alrededor de los 20.20 pesos por dólar. Este soporte importante sólo podía romperse con un evento extraordinario.

Hacia abajo, el promedio móvil de 200 días se ubica en 19.53 y para romperse tendría que darse otro evento igual de extraordinario o bien que se redujera dramáticamente la posibilidad de un recorte en la calificación crediticia de México y que la relación diplomática con Estados Unidos diera un giro favorable.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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