Monterrey

Sin reforma fiscal, plan económico no funcionará

En México el índice de informalidad es de los más altos de América Latina, con el 57 por ciento del total. Es decir, que menos de la mitad de la población paga el impuesto sobre la renta.

Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la recaudación en México es de las más bajas del mundo. De hecho, es la recaudación más baja en comparación con todos los países miembros de la OCDE, con solamente 17.2 por ciento del PIB. El promedio de la OCDE es de 34.3 por ciento del PIB.

Además, en México el índice de informalidad es de los más altos de América Latina, con el 57 por ciento del total. Es decir, que menos de la mitad de la población paga el impuesto sobre la renta. Muchos economistas han sugerido ya por décadas que es muy necesaria una reforma fiscal para poder incrementar los recursos del estado.

El problema recae a partir del próximo año cuando se estima que aumentará de manera sustancial el gasto de gobierno (sobre todo el social). El nuevo gobierno planea incrementar el salario mínimo, duplicar las pensiones y darle un apoyo monetario a 2.3 millones de personas. Argumentan que con el ajuste al gasto y un plan de austeridad (combatiendo a la corrupción) se podrá llevar a cabo. El problema de ese argumento es dual.

Primero, porque es muy difícil ejecutar los ajustes o planes de austeridad al gasto público de manera inmediata. Segundo, y el más preocupante, es que además de no modificar la base tributaria o los impuestos, algunos de ellos se bajarán en la frontera norte del país. Ahora, si el país llegase a tener problemas económicos en el futuro como una recesión económica, es muy probable que caiga la recaudación tributaria. Es decir, más desempleo y menor actividad económica resultaría en una menor recaudación del IVA y el ISR.

No solo eso, sino que todavía el 20 por ciento de los ingresos del sector público dependen de Pemex (y del precio del petróleo). Con los precios del petróleo cerca de los 70 dólares por barril, las empresas texanas y de Oklahoma ya comienzan a ofertar más crudo ya que el precio de equilibrio utilizando el "fracking" es de 55 dólares por barril (ya son rentables). Así, es probable que disminuyan los precios en el futuro (por una mayor oferta).

Con el alza en los precios al consumidor en Estados Unidos (la inflación ya llegó a 2.9 por ciento, su nivel más alto desde 2011), debido a la guerra de aranceles, y si continúa ésta, no sería descabellado pensar en una política monetaria más agresiva en ese país (lo que contraería a la demanda agregada). Esto perjudicaría a la economía nacional, y con ello, a los ingresos variables del estado en un contexto en que el gasto público será fijo. Es decir, sin una reforma fiscal, el modelo económico propuesto no funcionará.

Director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey).

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