Monterrey

¿Seguirá a la baja el tipo de cambio?

OPINIÓN. El peso es particularmente vulnerable a la especulación en el mercado cambiario, al tratarse de la divisa latinoamericana más líquida a lo que se suma la escasez de indicadores económicos en el corto plazo.

Luego de que el tipo de cambio tocó un mínimo en el año de 17.8998 pesos por dólar la semana anterior, vuelve a subir de los 18.30 pesos por varios factores entre los que se encuentran el precio del petróleo, especulación en torno a la política monetaria de Banxico, aversión al riesgo por otras economías emergentes y ausencia de noticias positivas en torno al TLCAN.

Los precios del petróleo continúan su tendencia a la baja, alcanzando el WTI un mínimo de 42.05 dólares por barril, nivel no visto desde hace diez meses, como consecuencia de la creciente producción petrolera en Estados Unidos, lo cual dificulta los esfuerzos de la mayoría de los países de la OPEP por controlar la sobreoferta global de crudo.

De acuerdo a los datos más recientes de la EIA, la producción petrolera estadounidense creció a 9.35 millones de barriles al día desde 8.77 millones de barriles al cierre de 2016, acercándose de manera sostenida al nivel de 9.61 millones de barriles diarios visto en 2015, cuando se desplomó el precio del petróleo. En junio, el precio del WTI acumula una caída mensual de 13 por ciento, la mayor desde julio de 2016.

Por otro lado, al inicio de la semana el rand sudafricano cayó fuertemente ante la noticia de que en Sudáfrica podrían modificar el objetivo principal de su Banco Central, para promover el crecimiento económico, en lugar de mantener el poder adquisitivo de la moneda.

Lo anterior genera nerviosismo, pues de modificarse el objetivo, se estaría alejando del esquema de baja inflación que ha probado ser un camino hacia la estabilidad de precios y por lo tanto de certidumbre económica.

La economía mexicana no tiene correlación con Sudáfrica, pero al ser este país una economía emergente, provoca aversión al riesgo sobre el bloque de países que se encuentran en esta clasificación.

Por su parte, en Brasil el real también ha perdido luego de que un Comité del Senado rechazara una reforma laboral en detrimento de la administración de Michel Temer.

A pesar de que la ley podría ser aprobada por el pleno del Senado, es señal de que el gobierno de Temer cuenta con menor respaldo político, afectando la percepción de riesgo sobre la economía brasileña.

Cabe agregar que el peso es particularmente vulnerable a la especulación en el mercado cambiario, al tratarse de la divisa latinoamericana más líquida a lo que se suma la escasez de indicadores económicos en el corto plazo.

Adicionalmente se ha empezado a especular que Banxico está cerca de terminar con su ciclo alcista de tasas, lo cual tuvo como consecuencia una reducción en la demanda por deuda soberana de México, que se traduce en una menor oferta de dólares.

En el mediano plazo, el peso seguirá moviéndose como consecuencia de estos factores, pero se consideran como factor determinante las noticias relacionadas con el TLCAN, ya que sirven de referencia para los especuladores del mercado de futuros de Chicago, en donde podría decirse se determina el tipo de cambio peso-dólar.

Si la renegociación del TLCAN es exitosa, el precio del petróleo detiene sus caídas y Banxico sube dos veces más su tasa este año (hoy y después a la par de la Fed), el tipo de cambio podría llegar hasta un nivel de 17.50 pesos por dólar. Por supuesto, en ausencia de elevada aversión al riesgo.

Al inicio del año este era el escenario menos probable pero ahora parece, a pesar del incremento temporal del tipo de cambio, que el peso podría retornar a su nivel de equilibrio.

La autora es economista en Jefe de Grupo Financiero BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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