Esta final del futbol mexicano muestra que Cemex y Femsa no solamente son exitosos en los mercados en que operan, sino que también en el ámbito deportivo, al lograr que Tigres y Rayados tengan, a partir del año 2000, el mejor desempeño de su historia.
Antes de que Cemex, mediante Sinergia Deportiva, tomara el control de Tigres a mediados de 1996, con el equipo en Segunda División; y Femsa asumiera el control de Rayados en marzo del 2006; ambos equipos se caracterizaban por tener un pobre desempeño en el futbol mexicano, pues casi siempre se ubicaban por debajo del lugar 10 de la tabla general.
Eran tan pobres los resultados de los equipos que sus aficiones tenían que conformarse con ganar el clásico y quedar ubicados al final del campeonato por arriba del equipo rival, si lograban esto, sentían que la temporada había sido todo un éxito.
Previo a que estas empresas entraran de lleno a estos equipos, Tigres tenía dos campeonatos de liga, mientras que los Rayados sólo uno, pero a partir de ahí la historia tomó otro rumbo, pues poco a poco ambos equipos empezaron a ser protagonistas del futbol nacional.
Con Cemex, los Tigres han logrado, no solamente ubicarse generalmente entre los primeros lugares de la tabla general, sino que han sido campeones en tres ocasiones; mientras que los Rayados, con FEMSA como controlador, también han sido campeones tres veces en la liga y otras tantas en la Concacaf, que les ha permitido participar en igual número de veces en el Mundial de Clubes.
Así, en los últimos años la participación de ambos equipos en la disputa de las finales del futbol nacional ha sido constante, tendencia que se refrendan con la final del torneo de apertura de este año.
Monterrey