Monterrey

¿Qué factores estarán determinando el rumbo de la economía mexicana en el 2018?

OPINIÓN. Otro factor que vino a introducir incertidumbre en los inversionistas, es el programa que acaba de aprobar el Congreso Norteamericano, como parte de la reforma impositiva, el cual incentiva la repatriación de utilidades empresariales generadas fuera de los Estados Unidos.

En particular, el resultado de la renegociación del Tratado de Libre Comercio, es un factor que tiene en compás de espera a los inversionistas, ya que lo incierto de sus términos, asociado a las pretensiones de los Estados Unidos, hacen difícil de negociar una salida "decorosa" para los negociadores estadounidenses, ya que es difícil que tanto México como Canadá acepten los cambios que pretenden los Estados Unidos, fundamentalmente en lo que se refiere a las reglas de origen que determinan el contenido nacional y al mecanismo de solución de controversias.

Este giro al "proteccionismo económico" que está operando en los Estados Unidos, es el mismo que recientemente implementó la Gran Bretaña con su salida de la Unión Europea, y que definitivamente marca nuevas pautas para la economía mundial que ponen en "stand by" a los inversionistas.

Otro factor que vino a introducir incertidumbre en los inversionistas, es el programa que acaba de aprobar el Congreso Norteamericano, como parte de la reforma impositiva, el cual incentiva la repatriación de utilidades empresariales generadas fuera de los Estados Unidos, ya que podría propiciar una salida de capitales en México, y en otros países del mundo, que presionaría de nueva cuenta al tipo de cambio, a través de una nueva apreciación del dólar estadounidense.

Por otro lado, 2018, por ser año electoral, y último año de gobierno, impone la tradicional incertidumbre relacionada con los resultados de las elecciones, ya que dependiendo de quién gane el 1 de julio, se tendrían expectativas económicas diferentes, que harían necesario ajustar los planes y los proyectos económicos de manera concordante.

Otro factor que está en el radar económico y que podría plantear una problemática adicional, es el tema de la inflación, ya que en 2017 la tradicional meta del 3 por ciento que contempla el Banco de México, fue ampliamente superada, en más de un 100 por ciento, lo cual, asociado a la depreciación de la moneda, la cual no ha podido ser revertida y que amenaza con continuar, generarían nuevas presiones inflacionarias para 2018.

Asociado a una mayor inflación, vendría un incremento pari pasu en las tasas de interés, que haría más oneroso el pago del servicio de la deuda, y en general, incidiría de manera negativa en el crecimiento económico del país.

Por su parte, el presupuesto federal aprobado para 2018, no presenta un crecimiento atractivo en el gasto de inversión, como es típico de un último de año de gobierno, por lo que la economía tampoco tendrá un impulso importante asociado a la inversión física presupuestal.

Finalmente, si bien se generará un gasto corriente adicional, asociado al mayor gasto de los partidos políticos, por ser año de elecciones, el impacto en el consumo no será determinante para marcar un rumbo ascendente, por lo que su impacto a nivel de crecimiento del PIB será muy moderado.

Es decir, este año 2018 viene pleno de factores que generan "incertidumbre económica" y que obligan a un compás de espera para los inversionistas, lo cual hace difícil elaborar pronósticos económicos con un razonable margen de precisión.

De tal suerte, el crecimiento económico que se podría esperar para este año 2018, se ubicaría, de nueva cuenta, en un rango de entre 2 y 3 por ciento en términos reales, crecimiento insuficiente y muy similar al promedio registrado durante el presente sexenio, no obstante las reformas estructurales implementadas.

Es evidente que el actual modelo económico está siendo insuficiente e inoperante para impulsar un mayor dinamismo en la economía nacional, por lo que independientemente de quien gane las próximas elecciones, resulta necesario e indispensable ajustar y replantear el modelo y las estrategias económicas aplicadas en los últimos años.

El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio de Economía en Pérez Góngora y Asociados.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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