Monterrey

Ni a cual irle, un vistazo a la política de NL y México, desde Texas

OPINIÓN. El caso ilustrativo de Nuevo León lo vemos desde Texas con el Bronco, un político que logro romper la barrera de los independientes al costo de promesas, muchas simplemente sobreentendidas pero no cumplidas.

Ante un panorama de las próximas elecciones en México, los ciudadanos mexicanos en el extranjero, jugaremos esta vez sí, un papel activo como votantes y este es el panorama que contemplamos.

Primero, los salinistas son quizás el grupo político más fuerte desde los 80's y siguen manteniendo una hegemonía política en México, controlando desde los más altos puestos públicos incluida la presidencia de la república; y mediante el corporativismo -que en México se ha constituido como un factor negativo para la democracia-, ha sido uno de los principales obstáculos para consolidar una auténtica democracia política; ¿debemos apoyar a esta corriente para mantener una estabilidad precaria?

¿Y qué hay con los independientes? Como una salida política innovadora, "la candidatura independista" es un formato político que algunos observadores dicen es muy necesaria, ya que los partidos políticos tradicionales de México han sido profundamente denigrados por los escándalos de corrupción y el tráfico de influencias; sin embargo, y a pesar de que las candidaturas independientes han sido exitosas a nivel municipal y hasta estatal, muchos opinamos que éstas harán poco para cambiar la democracia disfuncional del país y las poderosas maquinarias que lo han controlado hasta hoy, y harán todo lo necesario para mantener el control.

En Nuevo León, como los son sus habitantes innovadores y duros en su hablar y lenguaje corporal, apoyaron a un candidato hoy convertido en gobernador porque su clase ejecutiva y política también ha sido innovadora y critica, y además, porque un alto porcentaje de sus habitantes al votar hicieron patente su descontento con los gobernantes del centro del país, parte de las familias tradicionales y catrinas que han permanecido en el poder por más de un siglo. Además, un Bronco, para un alto número de neoloneses, que son primera o segunda generación de habitantes del campo, y como legado añoran combinar "la troka apache con los caballos" y se burlan del "esquisitismo modoso " y del vocabulario chilango o de otras regiones del país; un Bronco, así las cosas, podría haber representado no solo el éxito que logró Nuevo León al elegir a un candidato independiente pero al mismo tiempo mostrar, a un precio muy caro, que el regionalismo neolonés tiene musculo.

En el 2018, mucho del futuro del país y de nuestras familias estará en juego cuando los mexicanos vayamos a las urnas; y ahora por primera vez desde el extranjero votaremos por un nuevo presidente, la Cámara de Diputados y el Senado.

Ya se prevé que será una muy disputada campaña donde las clases económicamente "semi-indigentes" – dicho con respeto pero con medida de ubicación económico-social, -votarán por AMLO, donde los facinerosos y delincuentes harán lo propio porque si hoy AMLO prometió amnistía, de facto siempre le había importado un comino lo que pasara con sus funcionarios impuestos casi con violencia, para esos grupos será la mejor opción, un sitio desde donde robar impunemente.

Pero regresando a los candidatos independientes, las elecciones del año próximo recibirán a un grupo más amplio y diverso de aspirantes presidenciales que nunca antes hubo, lo cual fragmentará los votos y dividirá al país. En lugar de innovar positivamente el sistema, los independientes pueden simplemente irrumpir la relativa tranquilidad política de las elecciones que permite votar libremente.

El caso ilustrativo de Nuevo León lo vemos desde Texas con el Bronco, un político que logró romper la barrera de los independientes al costo de promesas, muchas simplemente sobreentendidas pero no cumplidas.

Un gobierno de desilusiones para sus gobernados que hoy muestra, es mi percepción, la verdadera rudeza de la que está hecho, hosquedad brusquedad que los regiomontanos creían que era más histriónica o externa que verdadera. El gobernador no se tienta al fustigar al estado.

Muestra que cuando un candidato participa porque esta auto-engañado de grandeza o para ganar peso político y canonjías se irá a la contienda presidencial, dejando todo preparado para que, ante el muy posible fracaso, regrese tranquilo y con la mesa puesta ¿Usted cree que me equivoco estimado lector?

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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