Monterrey

Mitos y realidades de las finanzas públicas del estado de Nuevo León

La realidad que muestran las cifras oficiales, publicadas por la misma Tesorería, nos cuentan una historia diametralmente opuesta.

El viernes pasado tuve la oportunidad de asistir a un desayuno técnico organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), donde el Tesorero del Estado, expuso los avances y los retos de las finanzas estatales, contándonos una historia de éxitos, girando sobre las premisas que el gasto se ha reducido, el déficit también, y que ha mejorado sustancialmente el aspecto de la deuda pública, cuando la realidad que muestran las cifras oficiales, publicadas por la misma Tesorería, nos cuentan una historia diametralmente opuesta. Veamos.

Mito 1. El gasto se ha reducido. Aquí se aplica la máxima de "gotas de verdad en un vaso de mentiras". Esto es así porque en efecto, hay algunas partidas de gasto que se han reducido, como por ejemplo algunos "pellizcos" que le han dado a las prestaciones de los altos mandos, así como los menores gastos en publicidad, que si bien NO eran tan abultados como nos quieren hacer ver, de más de mil 600 millones de pesos al año, (sino de unos 400 millones de pesos), ciertamente los han reducido a poco más de 100 millones de pesos al año.

Realidad 1. Sin embargo, lo que NO platica el Sr. Tesorero, es que el presupuesto autorizado por el Congreso para el último año del gobierno anterior, fue de 75 mil millones de pesos, mientras que el presupuesto autorizado para este año, supera los 95 mil millones de pesos, es decir, el gasto estatal SE HA INCREMENTADO en más de 20 mil millones de pesos!!, con el agravante que el gasto de inversión ha caído.

Mito 2. Se está reduciendo el déficit. El problema aquí, es que la información que presenta el Sr. Tesorero, NO corresponde al concepto de DÉFICIT, sino a PRESIONES DE GASTO, y con esa falacia elabora su argumento de un déficit a la baja.

Realidad 2. El Déficit financiero del actual Gobierno está CRECIENDO. El tradicional y verdadero concepto de DÉFICIT, corresponde al Gasto Devengado que NO pudo ser pagado con ingresos propios, por lo que fue necesario ENDEUDARSE para cubrirlo, ya sea utilizando crédito proveedor, o colocando deuda titulada.

Decir que a la Línea 3 del Metro le faltaban tantos miles de millones de pesos y que los hospitales en proceso requerían de tantos miles de millones para operar, ESO NO ES DÉFICIT, ni aquí, ni en China, sino PRESIONES DE GASTO, y si se han ido reduciendo, ESO NO ES REDUCIR EL DÉFICIT.

Si revisamos los informes oficiales de la deuda pública del Gobierno del Estado, los datos OFICIALES y PÚBLICOS son los siguientes: En el primer año de gobierno de Jaime Rodríguez, (2016) la deuda titulada, tanto de corto como de largo plazo, del Gobierno Estatal pasó de 37.7 miles de millones de pesos al cierre de 2015, a 37.9 miles de millones de pesos al cierre de 2016, es decir, el DÉFICIT presupuestal en el primer año de gobierno, financiado con mayor colocación de deuda, fue de solo DOSCIENTOS MIL MILLONES DE PESOS.

Por cierto, ¿Y dónde quedaron los más de CIEN MIL MILLONES DE PESOS que don Fernando pregonaba que debía Nuevo León?

Siguiendo con la deuda y el déficit, para el segundo año de gobierno, (2017) resulta que la deuda oficial, reconocida, titulada y REPORTADA, cerró en 42.9 miles de millones de pesos, es decir CINCO MIL MILLONES DE PESOS más que al cierre de 2016, lo que denota un DEFICIT presupuestal creciente dos mil 500 por ciento superior al incurrido en 2016.

Para 2018, si consideramos que el gasto aprobado por el Congreso consigna un crecimiento enorme que NO está sustentado en mayores ingresos propios, la deuda autorizada que puede contratar la Tesorería estatal, tanto de corto como de largo plazo, rondará los SIETE MIL MILLONES DE PESOS adicionales, es decir, la nueva deuda será superior a los DOCE MIL MILLONES DE PESOS (35 por ciento MÁS).

Mito 3. La reestructura reducirá el servicio de la deuda.

Realidad 3. Este beneficio se esfuma al considerar los gastos de la renegociación, que fueron varios cientos de millones de pesos (aún sin contratar "Brocker") y la mayor deuda contratada, por lo que el pago por concepto de intereses será mucho muy superior.

Realmente es sorprendente como las CALIFICADORAS pueden atreverse a mejorarle la calificación crediticia al Estado, considerando sólo las gotas de verdad y dando por ciertas las notas de prensa oficiales, cuando los datos duros, publicados por las mismas autoridades, son contundentemente contradictorios a la versión "Oficial".

El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio en Economía en Pérez Góngora y Asociados. mperezv@perezgongora.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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