Monterrey

¿Medir o no medir?

OPINIÓN. La plataforma “Alcalde, ¿cómo vamos?” es un excelente vehículo para que la sociedad civil organizada se sume a la construcción de una mejor comunidad.

Hace menos de un año y cuando estaban en plena campaña política, los diferentes candidatos a las presidencias municipales que integran el área metropolitana de Monterrey firmaron y se comprometieron a cumplir la plataforma ciudadana "Alcalde, ¿cómo vamos?" integrada por organizaciones de la sociedad civil y organismos intermedios del sector privado.

Esta plataforma surgió en el año 2012 con el objetivo de impulsar propuestas, medibles y alcanzables que tuvieran un impacto de forma global en nuestras comunidades en temas críticos para nuestras ciudades como lo son medio ambiente, sustentabilidad, seguridad y participación ciudadana con el objetivo de hacer más eficiente los gobiernos municipales a través de la medición de once metas específicas.

Y tan pronto como los señores alcaldes tomaron posesión de sus puestos, se han negado a participar de lleno. En lugar de asumir los compromisos cumplidos durante su campaña con esta plataforma ciudadana, los alcaldes consideraron que era más conveniente formar la Asociación Metropolitana de Alcaldes, una institución que además de facilitar la colaboración entre sus gobiernos tendría como fin medir los avances en sus comunidades.

Parece absurdo, pero en México y por supuesto en Nuevo León, es muy común que la propia autoridad sea la responsable de evaluar a la propia autoridad. Recordemos el tema de la "Casa Blanca" en donde Virgilio Andrade fue el responsable de determinar si su jefe, el Presidente de la República, había cometido actos de corrupción.

Por otra parte, dicen que lo que no se mide, no se puede mejorar. Hoy, México y Nuevo León pueden y deben ir más allá de celebrar elecciones. La democracia es hoy una realidad, pero esto no se refleja en gobiernos eficientes y cercanos a sus ciudadanos. La plataforma "Alcalde, ¿cómo vamos?" es un excelente vehículo para que la sociedad civil organizada se sume a la construcción de una mejor comunidad mediante un canal que permite encauzar y facilitar la participación ciudadana.

Al incentivar y facilitar la participación ciudadana, los alcaldes y sus administraciones obtienen mayor legitimidad al abrir un canal de comunicación directo con sus ciudadanos, lo que les permite conocer de primera mano las necesidades de sus ciudadanos y, además, rompen el esquema tradicional de gobernar.

Es muy común para las empresas recibir certificaciones de calidad de sus procesos y por ser las mejores compañías para trabajar.

Posiblemente los ciudadanos, a través de organizaciones de la sociedad civil, podrían impulsar certificaciones de calidad para gobierno municipales por la eficiencia en los procesos y los resultados que le brindan a sus ciudadanos.

La plataforma "Alcalde, ¿cómo vamos?" puede ser el primer paso para darle continuidad y sentido a una comunidad que necesita formar a políticos con la apertura de ser medidos y calificados por sus gobernados y al mismo tiempo, formar ciudadanos que puedan generar demandas ciudadanas en base a propuestas que puedan ser medibles, pero, sobre todo, alcanzables.

Hay que recordar que los actuales alcaldes de la entidad podrán competir en las elecciones municipales del 2018 por su relección, y de obtener una victoria electoral, los podría poner en la antesala de la lucha por la nominación de su partido a la gubernatura de Nuevo León en el 2021. Y la mejor forma de entregar cuentas claras a la ciudadanía, es trabajando de la mano con la sociedad civil organizada.

* El autor es politólogo por el Tecnológico de Monterrey; consultor político de la firma internacional Global Nexus y cursa sus estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin.


Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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