Monterrey

La inflación podría repuntar hacia adelante

OPINIÓN. Los precios de las gasolinas en la frontera norte del país fluctúan conforme a los precios de referencia internacionales.

La inflación durante la primera quincena de mayo registró una variación anual de 2.53 por ciento, manteniéndose en niveles bajos y por debajo del centro de la meta del Banco de México (3 por ciento). Ello se explicó principalmente por menores precios del componente no subyacente, es decir, productos energéticos y tarifas reguladas por el gobierno, y de alimentos no procesados (que observan una alta volatilidad por estar expuestos a choques de oferta y demanda a nivel global).

Los productos energéticos cayeron 0.73 por ciento en su comparación anual, debido principalmente a menores precios de la electricidad, dada la entrada en vigor de los subsidios en algunos estados del Norte del país. Como comparativo, la inflación en el Noreste del país se ubicó en solamente 2 por ciento, destacando la inflación en las ciudades de Monterrey, Tampico, Monclova y Matamoros de 1.8 por ciento, 2 por ciento, 2.2 por ciento, 2.5 por ciento, respectivamente. Sin embargo, existen presiones inflacionarias hacia adelante, analicemos por qué.

El componente subyacente (que incluye bienes y servicios con precios menos volátiles) se mantuvo por debajo de la meta de 3 por ciento (con una variación anual de 2.92 por ciento), pero registró su mayor nivel desde diciembre de 2014. Dentro de este componente, la inflación de bienes excluyendo a los alimentos fue de 3.4 por ciento, mostrando una mayor contaminación de precios por la desvalorización del peso.

Si bien el traspaso de la depreciación del tipo de cambio hacia mayores precios al consumidor no se había observado durante gran parte del año pasado, desde enero de este año hemos observado un impacto creciente. Esta tendencia debería continuar en lo que resta del año.

Por otro lado, el componente no subyacente se ha comportado de una manera benigna hasta el momento, registrando una inflación de solo 1.3 por ciento en la primera quincena de mayo. Sin embargo, cualquier choque importante en la oferta o demanda en los productos agropecuarios podría resultar en variaciones abruptas. Cabe destacar que 8 de los 10 productos que más incidieron de manera negativa a la inflación en mayo pertenecen a este componente.

Por el lado de la inflación de los energéticos, los precios de la electricidad han disminuido por la caída en los precios de los combustibles (la mayor parte de la electricidad en México se genera con combustibles), pero la reciente tendencia al alza del petróleo y sus derivados podrían generar presiones a ese rubro. Lo anterior también podría impactar en los precios de las gasolinas, que, si bien están acotadas por una banda, se establecerían en la parte alta de la misma. Aunado a ello, cabe destacar que los precios de las gasolinas en la frontera norte del país fluctúan conforme a los precios de referencia internacionales.

Así, se espera que la inflación comience a repuntar hacia adelante. Si bien existen algunos riesgos a la baja, como una economía que seguirá creciendo debajo de su potencial, y mayores alzas en las tasas de interés por el Banco de México, es muy probable que los precios comiencen a acelerarse. Mi pronóstico es que la inflación termine el año en 3.1 por ciento (nivel aun confortable para la autoridad monetaria).

* El autor es consultor económico y académico, tiene un doctorado en Finanzas y maestría en economía financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey).

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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